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Grandes cambios para el polémico SAT: digital, más corto y único para cada estudiante

A student looks at questions during a college test preparation class.
Un alumno analiza las preguntas durante una clase de preparación para exámenes universitarios. El College Board, propietario del SAT, anunció el martes que la prueba pasará a un formato totalmente digital con un contenido más breve y conciso.
(Alex Brandon / Associated Press)

El examen SAT, descartado como requisito de admisión por la Universidad de California, pasará a tener un formato totalmente digital con contenidos más cortos y concisos.

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El controvertido examen SAT, descartado como requisito de admisión por la Universidad de California, pasará a un formato totalmente digital, con un contenido más breve y conciso que se espera prevenga mejor las trampas y amplíe el acceso a una prueba, cada vez más cuestionada como válida en el proceso de solicitud a las universidades.

El College Board, propietario del examen, dio a conocer los cambios este martes, que se implementarán para estudiantes extranjeros en la primavera de 2023 y para los estadounidenses en 2024. La duración de la prueba, que se aplicará en escuelas y centros de evaluación con supervisores, se reducirá de tres a dos horas. Los pasajes largos de lectura se disminuirán.

En un cambio clave, el formato digital permitirá asignar una prueba única para cada alumno. Eso aumentará la seguridad -los aspirantes no podrán copiar ninguna respuesta de otra persona- pero podría generar preguntas sobre cómo evaluar de manera justa a los estudiantes que se someten a diferentes exámenes.

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El anuncio se produce en medio de un creciente movimiento nacional para eliminar los requisitos de pruebas estandarizadas para las decisiones de admisión. Más de 1.800 colegios y universidades (casi el 80% de las instituciones de EE.UU que otorgan títulos de licenciatura) eliminaron el requerimiento para los solicitantes de otoño de 2022, y la mayoría considera la presentación de los puntajes de pruebas como opcional, según la organización educativa FairTest, el National Center for Fair & Open Testing.

La Universidad Estatal de California, el sistema universitario de cuatro años más grande del país, comenzará a debatir la eliminación permanente de los requisitos de evaluación durante la reunión de la Junta Directiva este miércoles, luego de que un consejo asesor de admisiones recomendó hacerlo.

No está claro si los colegios y universidades restablecerán la exigencia de las pruebas después de que la pandemia disminuya, o si el examen digital ayudará al College Board a reconstruir su mercado SAT.

Las personas que hicieron el examen SAT se redujeron de 2.2 millones en la clase de 2020 a 1.5 millones el año pasado, aumentando a 1.7 millones hasta ahora para los alumnos de último año de secundaria. El College Board se negó a dar datos sobre los ingresos proporcionados por las pruebas durante esos ciclos escolares.

Los críticos de estos exámenes en UC y CSU afirmaron que las pruebas estandarizadas no predicen el rendimiento académico universitario tan bien como las calificaciones de la preparatoria, y producen resultados sesgados según la raza, los ingresos y el nivel educativo de los padres.

Impulsada principalmente por los cuellos de botella de la cadena de suministro, la inflación es una amenaza para la salud de la economía, pero el aumento de los precios ha sido bueno para algunos.

La UC, el principal sistema universitario público de investigación del país, eliminó los requisitos de SAT y el ACT en 2020, después de más de un año de investigación y debate. El voto unánime de la Junta de Regentes se basó en la preocupación de que la prueba planteaba una barrera de admisión injusta para los estudiantes desfavorecidos y no aportaba un valor significativo a las decisiones de admisión.

Pero las escuelas secundarias, incluidas las del Distrito Unificado de Los Ángeles, continúan administrando la prueba y muchos consejeros recomiendan que los estudiantes la hagan. El College Board señaló que la demanda es abrumadora, especialmente porque muchas de las universidades más competitivas del país, incluidas las de Ivy League, Stanford y USC, no lo han eliminado.

Priscilla Rodríguez, vicepresidenta de evaluaciones de preparación universitaria de College Board, precisó que el 83% de los estudiantes encuestados por la organización sin fines de lucro querían tener la opción de hacer el examen y enviar sus puntajes. “Dejen que los alumnos lo tomen, vean cómo les va y si sienten que refleja sus puntos fuertes”, consideró. “Si es así, lo consideran. Si no es así, no”.

El crítico de pruebas estandarizadas Bob Schaeffer, director ejecutivo de FairTest, señaló que ninguna reorganización mejorará el valor del SAT, pero que la dinámica cambiante del mercado requiere una respuesta del College Board.

Dijo que el rival, ACT Inc., lanzó una prueba internacional digital hace unos años y la decisión de la UC de descartar el SAT redujo su relevancia para los estudiantes de California.

“Necesitan reposicionar su producto debido a la caída significativa en la realización de exámenes y porque el sistema universitario público más prestigioso del país nunca lo volverá a utilizar”, destacó. “Cambiar una prueba de opción múltiple innecesaria, sesgada, entrenable y poco predictiva, que pocas escuelas requieren actualmente, de la entrega con lápiz y papel a un formato electrónico, no la transforma mágicamente en una herramienta más precisa, justa o válida para evaluar la preparación para la universidad”.

Rodríguez agregó que los comentarios de los estudiantes, los padres y las universidades impulsaron muchos de los cambios. Una preocupación ha sido el riesgo de brechas de seguridad cuando las pruebas en papel se envían a todo el mundo y se ven comprometidas, como ocurrió en Corea del Sur y China, lo cual provocó cancelaciones generalizadas de resultados. Tales problemas, en parte, llevaron a College Board a intensificar los esfuerzos para desarrollar un examen digital más seguro en los últimos años, añadió el experto.

Las matrículas universitarias aún no se han recuperado desde el inicio de la pandemia.

Pero el formato digital también beneficia a las escuelas, agregó, porque les permite más flexibilidad en las fechas. Debido a que cada prueba es única, el SAT ya no tiene que administrarse a todos los estudiantes al mismo tiempo para evitar el intercambio de información. Alrededor del 60% de los examinados pueden hacerlo en sus campus durante el horario escolar, en lugar de tener que pagar para viajar a los sitios de prueba los fines de semana, durante los días establecidos por el College Board. El formato digital permitirá a las escuelas decidir cuándo tomarlo.

Los alumnos podrán usar sus propios dispositivos, como una computadora portátil o tableta, u otro proporcionado por la escuela. A aquellos que no posean uno, el College Board lo facilitará durante el día del examen. Si los estudiantes se quedan sin Internet o electricidad, no perderán su trabajo ni su tiempo mientras se reconectan. Después de que hayan iniciado sesión en la prueba, el diseño evita que se abran nuevas pestañas para buscar respuestas en línea.

La nueva prueba también presenta un formato más fácil de usar. Los pasajes largos de lectura con varias preguntas fueron simplificados a textos más cortos, con una pregunta vinculada a cada uno sobre una mayor variedad de temas.

Kirsten Amematsro, estudiante de segundo año de preparatoria en Virginia que tomó la prueba piloto digital el otoño pasado, prefiere el formato de lectura más conciso. “Me ayudó a concentrarme mejor y a no perder tiempo leyendo pasajes largos en busca de la respuesta incorrecta”, señaló.

La joven agregó que el temporizador incorporado en la parte superior de la pantalla la ayudó a mantener el ritmo, y la calculadora digital integrada alivió el estrés de asegurarse de traer la suya. Aunque no hay puntajes en la prueba digital piloto, Kirsten sintió que le fue mejor que con la versión en papel del año pasado, cuando obtuvo un 82 por ciento. “Realmente no hay diferencia en la dificultad del examen, pero definitivamente hubo menos estrés y fue más fácil de tomar”, dijo.

En general, el 80% de los estudiantes estadounidenses e internacionales que se sometieron a la prueba piloto en noviembre pasado la consideraron menos estresante, informó el College Board, que realizó la encuesta. Rodríguez agregó que las habilidades básicas de lectura, escritura y matemáticas, importantes para la preparación universitaria y el éxito profesional, se evaluarán tan minuciosamente en el formato digital como en la versión impresa.

El College Board proporcionó una lista de estudiantes que habían realizado la prueba piloto, incluida Kirsten, y de educadores que revisaron materiales al respecto, incluidos directores de admisión en MIT, Yale y USC. A diferencia de la UC, esas tres universidades no han descartado retomar los requisitos de evaluación después de la pandemia, alegando que los puntajes del SAT brindan información útil para evaluar a los solicitantes durante su proceso de revisión integral, junto con las calificaciones de la escuela, el rigor del curso, los ensayos y las actividades extracurriculares.

En Yale, por ejemplo, los puntajes de las pruebas son el factor más efectivo para predecir el promedio de calificaciones de un estudiante en el primer año y en los subsiguientes, afirmó Jeremiah Quinlan, decano de admisiones de pregrado y ayuda financiera.

Según Stuart Schmill, decano de admisiones y servicios financieros para estudiantes del MIT, los solicitantes de su campus tienen calificaciones altas similares, por lo que el puntaje de la prueba agrega un factor importante para diferenciarlos. También cree que ayuda a aquellos que no tienen acceso a cursos de alto nivel a demostrar su preparación universitaria.

El Senado Académico de la UC llegó a conclusiones similares sobre el valor del SAT en su revisión de las pruebas estandarizadas y recomendó que los requisitos de los exámenes se mantuvieran por ahora, pero la Junta de Regentes no estuvo de acuerdo.

Los líderes de admisión de Yale, MIT y USC señalaron que su proceso de revisión de solicitudes controla el sesgo de las pruebas al evaluar los puntajes en el contexto de la escuela y la comunidad de un estudiante. Respaldaron el formato digital y otros cambios como un paso innovador. “Es un movimiento del College Board hacia el siglo XXI cuando se trata de mejorar la experiencia de los exámenes para los estudiantes”, expuso Kedra Ishop, vicepresidenta de administración de inscripciones de USC. “Va a ser más fácil de tomar. Es más seguro y más relevante para un conjunto más amplio de estudiantes. Y ese es un paso en la dirección correcta”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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