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Jordi Cruyff, la gran apuesta de Ecuador

The new coach of the Ecuadorean national football team, Dutchman Jordi Cruyff, speaks during his presentation at the headquarters of the team in Quito, on January 13, 2020. (Photo by Rodrigo BUENDIA / AFP) (Photo by RODRIGO BUENDIA/Afp/AFP via Getty Images) ** OUTS - ELSENT, FPG, CM - OUTS * NM, PH, VA if sourced by CT, LA or MoD **
(RODRIGO BUENDIA/Afp/AFP via Getty Images)
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Después de su paso por Chipre, Israel y China, donde se desempeñó como director deportivo y entrenador, el hispano-holandés Jordi Cruyff aterriza en Ecuador para asumir el difícil reto de alcanzar el Mundial de Catar y pasar de fase en la próxima Copa América.

Afable, precavido y metódico, Cruyff inicia a sus 45 años una andadura en la que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) ha depositado todas sus esperanzas, y su nombramiento supone uno de los primeros pasos de una reconversión integral hasta 2030.

“Tienen muchas ganas de dar un paso al frente, un subidón de nivel, y estoy contento de ser parte de este grupo para hacer crecer el fútbol local”, confesó el técnico a Efe en una entrevista exclusiva en Quito, ciudad por la que ha pasado unos días para su presentación oficial.

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“La gente quiere ver un equipo que lo da todo”, señala sobre los que serán sus pupilos, y donde entrará en juego una exigida adaptación porque el Míster tiende hacia una técnica de posesión del balón que no está arraigada en el fútbol ecuatoriano.

Pero reafirma, después de sus experiencias en el Maccabi de Tel Aviv y en el Chongqing Dangdai Lifan de China, que todo pasa por la “adaptación” mutua.

“Si hay una cosa que, desde pequeño, he aprendido es a tener adaptación. Soy hijo de un futbolista (el mítico Johan Cruyff) que se movía constantemente. Trabajar un año y medio en la Liga China (..) significa adaptación. Haber trabajado en Oriente Medio donde las cosas han ido fenomenal, (es adaptación)”.

“No tengo ninguna duda de que nos vamos a adaptar rápido y bien, y vamos a estar preparados para lo que nos venga”, asegura sin entrar en las diferencias entre el fútbol europeo, en el que él creció y jugó, y el más ofensivo e impredecible latinoamericano.

Nacido en los Países Bajos y con fuertes raíces en España, Cruyff llega a un Ecuador de sinsabores, dos años en los que este país no solo perdió la clasificación para el Mundial de Rusia sino que cayó rápidamente en la última Copa América.

La FEF acudió a él tras contratar como director deportivo al español Antonio Cordón, con quien Cruyff ya había trabajado.

Sin embargo, el retraso en la decisión (el técnico anterior fue cesado en agosto) le ha colocado ante lo que muchos consideran un reto imposible: armar un equipo en menos de tres meses para afrontar rivales como Argentina (26 marzo) o Uruguay (31 marzo), en la fase de eliminatorias del Mundial. Y en junio, la Copa América.

“Serán unos primeros partidos contra rivales de máximo nivel mundial, lo cual es una dificultad añadida, pero el fútbol es así. Nunca hay nada fácil y hay que encontrar soluciones a cualquier problema”, sentencia sobre el titánico reto.

Por ello plantea recetas “simples”, “visuales”, que sean fácil de comprender a la distancia, y es consciente de que deberá encontrar un “equilibrio” entre jugadores veteranos y jóvenes: “Todos son igual de importantes, todos son necesarios”.

En cuanto al estilo de juego recuerda sus experiencias en distintos equipos e insiste en la necesidad de “estudiar” y “entender dónde están los puntos fuertes, dónde será más complicado, qué jugadores y dónde queremos que reciban el balón ... !No hay un libro, es un proceso!”.

“Hay que ser valientes pero también inteligentes, y jugar con nuestra fuerza y tratar de frenar la del rival. Y si tenemos suerte tendremos una manera de jugar valiente en todo el campo, un equipo dinámico”, añade.

Y no se refiere ni al tiqui-taca del Barcelona ni a ninguna otra versión de “fútbol total”.

“Al final, tienes que ajustarte al ADN al que los jugadores están acostumbrados y buscar ese punto de equilibrio”, y abunda en que por “dinámico” entiende “atlético, capaz de hacer idas y vueltas, subir arriba y llegar atrás”, “un equipo que puede jugar a transiciones, a dominar, a presionar arriba”.

Y aunque considera un error “venir con una idea hecha antes” porque “hay que dar oportunidad a gente que a lo mejor no pensabas una cosa y es otra, para bien y para mal”, confirma que tras un estudio inicial antes de aceptar el cargo, ha detectado ya jugadores “muy atléticos” con “capacidad” técnica.

Ahora, lo que hay que hacer es que “esa capacidad se mezcle con comprensión del juego y el plan del equipo”.

“Cuesta tiempo, pero se puede llegar. La FEF tiene un plan de diez años, y desde afuera te digo que el equipo llegará a donde tiene que llegar. El fútbol ecuatoriano tienen jugadores válidos”.

Aunque no ha tenido tiempo de conocerlos en persona -de ellos le ha hablado el que era técnico interino Jorge Célico-, Cruyff ya le ha echado el ojo a varios, pero dentro de su habitual cautela se niega a dar nombres y destaca el que cada vez haya más jugadores ecuatorianos en ligas extranjeras.

También el que haya llegado “a un país donde hay cultura futbolística desde niños pequeños”, no como en China “donde tocaban el balón a diario, a lo mejor, a los 14 o 15 años”.

En la conformación de la selección participan figuras como Cordón (“si él ha venido aquí es porque ha visto potencial”), y Célico (“superimportante para generar información”), así como otros miembros de su staff que le acompañan desde hace tiempo.

Preguntado por Efe sobre los resultados para este crucial año, Cruyff considera un “error” entrar en apuestas y recuerda con humor que, además, “en el fútbol es ilegal” apostar. EFE

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