La crisis del coronavirus de la NFL envuelve a los 49ers, Broncos y otros equipos

Una crisis de COVID-19 en desarrollo en la NFL el sábado hizo que los equipos participaran de mala gana en un juego de “¿Quién tiene la peor situación?”.

Los casos continúan aumentando entre los Ravens de Baltimore y los Steelers de Pittsburgh, que se suponía que jugarían la noche de Acción de Gracias pero cuyo juego fue pospuesto hasta el martes.

En la costa opuesta, el condado de Santa Clara anunció restricciones más estrictas en medio de un aumento en los casos, incluida una prohibición temporal de los deportes de contacto hasta el 21 de diciembre, lo que significa que los 49ers de San Francisco no pueden albergar sus juegos en casa programados para el 7 y 13 de diciembre. Ellos juegan en Santa Clara en el Levi’s Stadium.

Y la situación más loca es en Denver, donde los cuatro mariscales de campo de los Broncos han sido excluidos del partido del domingo contra Nueva Orleans en medio de preocupaciones sobre el rastreo de contactos luego de que Jeff Driskel dio positivo por el virus durante la semana. No están disponibles el abridor Drew Lock, el suplente Brett Rypien y el veterano Blake Bortles.

“Supongo que tengo que poner a Lamar Jackson”, tuiteó el receptor novato de los Broncos, Jerry Jeudy, refiriéndose al escurridizo mariscal de campo de los Ravens.

Tal como están las cosas, Denver podría recurrir al receptor del escuadrón de práctica Kendall Hinton, quien jugó tres temporadas como mariscal de campo en Wake Forest antes de pasar a receptor abierto, o al corredor Royce Freeman, quien lanzó cinco pases en la escuela preparatoria y uno como estudiante de primer año en Oregón en 2014.

En su reunión anual de otoño, los propietarios y ejecutivos de la NFL discutieron hacer todo lo posible para evitar posponer los juegos y abordaron específicamente la posibilidad de que un grupo completo no esté disponible para un equipo debido al virus.

En un memorando enviado a todos los equipos después de la reunión del 13 de octubre, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, escribió que las consideraciones médicas y las directivas del gobierno serán primordiales para determinar cuándo se debe posponer un juego.

Goodell escribió que a la luz de la flexibilidad adicional de la lista, los juegos no se pospondrán ni reprogramarán “simplemente para evitar problemas en la lista causados por lesiones o enfermedades que afecten a varios jugadores, incluso dentro de un grupo de posición”.

Incluso antes de COVID-19, la NFL estableció como procedimiento operativo estándar tener un estadio alternativo donde se pudiera jugar cada partido. Entonces, la liga está preparada para trasladar esos juegos de los 49ers, contra Buffalo y Washington, a un sitio o lugares alternativos. Según una persona con conocimiento de las discusiones específicas que habló bajo condición de anonimato debido a la delicadeza de la situación, ha habido un plan durante meses en caso de tal prohibición.

“Estamos trabajando con la NFL y nuestros socios en planes operativos y compartiremos detalles a medida que se confirmen”, dijeron los 49ers en un comunicado.

La NFL ya ordenó que las 32 instalaciones del equipo estén cerradas el lunes y martes para combatir el brote.

El sábado, los Ravens agregaron seis jugadores más a la lista de COVID, que incluyen jugadores que dieron positivo o tuvieron contacto cercano con alguien que lo hizo, lo que elevó su total a 18. Ese es el peor brote de cualquier equipo esta temporada y los deja con un mariscal de campo y tres linieros defensivos.

Mientras tanto, Pittsburgh colocó al corredor titular James Conner en la lista de COVID, lo que eleva su total a cuatro jugadores.

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