Pelea a bofetadas: ¿gran negocio o estupidez antideportiva?
La organización de artes marciales mixtas UFC promueve la pelea a bofetadas como la próxima gran atracción en los deportes de combate
LAS VEGAS — Los contendientes se paran rígidamente frente a frente con las manos tomadas a la espalda, a la espera de una bofetada brutal.
El golpe con la mano abierta, además de un ruido fuerte, provoca una reacción que puede ser dramática. Algunos peleadores apenas se mueven, pero otros se tambalean hacia atrás o caen al suelo. Algunos resultan noqueados.
El presidente de la organización de artes marciales mixtas UFC, Dana White, promueve la pelea a bofetadas como la próxima gran atracción en los deportes de combate. Ha invertido su dinero y los recursos de la UFC en la Power Slap League. La Comisión Atlética de Nevada ha sancionado las competencias de la liga en Las Vegas.
“Es un jonrón”, dijo White, uno de varios directivos de la UFC que participan en la liga.
Algunos videos de peleas se han viralizado, como uno de Europa oriental en que un hombre sigue compitiendo aunque un lado de su cara se hincha al doble de su tamaño normal. Esto ha generado cuestionamientos sobre la seguridad de la pelea a bofetadas, sobre todo el riesgo de encefalopatía crónica traumática, o ECT, una enfermedad degenerativa provocada, según se cree, por la reiteración de golpes a la cabeza. Un expresidente de la comisión, que regula los deportes de combate en Nevada, dice que aprobar la liga fue un error.
Chris Nowinski, cofundador y director general de la Concussion Legacy Foundation, coincide, y dice que la pelea a bofetadas es “una de las cosas más estúpidas que se pueden hacer”.
“No tiene nada de entretenido, no tiene nada de interesante y no tiene nada de deportivo”, dijo Nowinski. “Tratan de darle aires a una actividad realmente estúpida para ganar dinero”.
White y los competidores ni se inmutan. Comparan los comentarios sobre la batalla de bofetadas con las reacciones negativas que la UFC enfrentó tras su surgimiento hace más de 20 años.
“Pienso que definitivamente se ha exagerado con los temas de la ECT y con el daño que se está sufriendo”, dijo Ryan Phillips, un peleador de la Power Slap Legue. “Pienso que mucha gente todavía no entiende lo que es una bofetada”.
La preocupación sobre las conmociones cerebrales que pueden llevar a la ECT, misma que puede causar cambios violentos de humor, depresión y pérdida de la memoria, no se limita a los deportes de combate. La enfermedad ha aparecido en los cerebros de exjugadores de rugby.
Tanto la NFL como el fútbol americano colegial han dado pasos para reducir los golpes a la cabeza, al modificar las reglas sobre los derribos y otros impactos. La ECT sólo puede diagnosticarse mediante la autopsia.
Pese a las muestras de escepticismo, White afirma que las peleas a bofetadas seguirán una trayectoria similar a la de las artes marciales mixtas.
El senador John McCain, ya fallecido, se llegó a referir en 1996 a las artes marciales mixtas como “peleas humanas de gallos”. En aquel entonces, la UFC no tenía categorías de peso ni muchas reglas.
Las críticas emitidas por McCain ayudaron a orillar a la organización a adquirir una mayor estructura, lo cual a su vez amplió su aceptación.
White dijo que los índices de audiencia del “reality show” emitido por TBS y titulado “Power Slap: Road to the Title” muestran la popularidad temprana de lo que para muchos es tan sólo una curiosidad.
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