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Si me infecto con coronavirus, ¿cuáles son mis probabilidades de supervivencia?

A woman quarantined at home in Kirkland, Wash.
Pat McCauley y su esposo se pusieron en cuarentena dentro de su hogar en Kirkland, Washington, después de que un amigo murió en un hogar de ancianos cercano. La investigación preliminar sobre el COVID-19 muestra que los ancianos tienen un riesgo mucho mayor de morir.
(Karen Ducey / For The Times)

Si has sido infectado con el coronavirus, las posibilidades de que te enfermes gravemente dependen de muchos factores.

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Si no se controla, el coronavirus que causa la enfermedad COVID-19 podría infectar a miles de millones de personas. Según una estimación, hasta el 70% de la población mundial puede contraer la enfermedad.

Eso significa que hay una excelente posibilidad de que, tarde o temprano, sea uno de ellos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que el 14% de quienes sufren de COVID-19 desarrollan síntomas lo suficientemente graves como para necesitar hospitalización y oxígeno. Pero calcular las probabilidades de supervivencia en las primeras etapas de la pandemia es impreciso.

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La tasa de mortalidad de la enfermedad, que compara el número de casos confirmados de COVID-19 con la cantidad de personas que murieron a causa de ella, ha fluctuado entre 0.9% y 3.4% dependiendo de los últimos datos disponibles.

Sin embargo, ninguno es realmente exacto, ya que los funcionarios de salud no tienen idea de cuántos individuos fueron infectados pero no estaban lo suficientemente enfermos como para tener atención médica y ser contabilizados.

“El alcance completo de la enfermedad no se entenderá hasta que haya tiempo de respirar y analizar los datos”, observó Gene Olinger, inmunólogo del instituto científico MRIGlobal, con sede en Maryland.

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Los investigadores deberán tener en cuenta factores como el clima, el acceso a la atención médica y la genética para construir una imagen completa del COVID-19, que incluya quienes son más vulnerables (la tuberculosis, por ejemplo, mata a aproximadamente 1.5 millones de personas cada año, pero su incidencia varía mucho según el clima y la geografía).

A pesar de la incertidumbre actual, las primeras investigaciones parecen mostrar un patrón persistente sobre qué grupo es más frágil: los adultos mayores, particularmente aquellos con afecciones médicas subyacentes, tienen un riesgo mucho mayor de morir por el coronavirus que las personas más jóvenes y saludables.

Después de inspeccionar las condiciones en China el mes pasado, un panel de expertos reunido por la Organización Mundial de la Salud informó que aquellos con problemas de salud subyacentes murieron a tasas sustancialmente más altas.

Entre los pacientes de todas las edades sin afecciones médicas preexistentes, la tasa de mortalidad fue del 1.4%, según el panel. Eso se compara con el 13.2% para pacientes con enfermedad cardiovascular, el 9.2% para aquellos con diabetes, el 8.4% para las personas con hipertensión, el 8% para aquellos con enfermedad respiratoria crónica y el 7.6% para las personas con cáncer.

Mientras tanto, los pacientes de 80 años o más murieron a una tasa del 21.9%.

Funeral workers disinfect themselves
Trabajadores funerarios se desinfectan después de transportar a una víctima de coronavirus en Wuhan, China.
(Chinatopix)

Otro estudio que examinó a 201 pacientes en un hospital en Wuhan, China, concluyó que los pacientes de 60 años o más tenían más probabilidades de sucumbir a los síntomas respiratorios fatales desencadenados por COVID-19 debido a que sus sistemas inmunes eran más débiles.

Un estudio separado publicado el mes pasado por investigadores del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades examinó casi 45.000 casos confirmados de COVID-19 allí y descubrió que, si bien la tasa de mortalidad general fue del 2.3%, esta aumentaba al 8% para los pacientes de 70 años y se elevó a 14.8% para los mayores de 80 años.

Esas tasas derivaron de un conjunto de muestras que no es particularmente diverso. Para contrarrestar eso, los investigadores de Imperial College de Londres recientemente agregaron datos mundiales para elaborar estimaciones que pueden proporcionar una imagen más precisa de la tasa de mortalidad real.

Su informe estima una tasa de mortalidad general del 0.9%, que aumenta al 9.3% para los pacientes de 80 años o más. También calcularon una tasa del 2.2% para las personas de 60 años y del 5.1% para los de 70 años.

“Está bastante claro que, a medida que se envejece, las posibilidades de supervivencia empeoran”, apuntó el Dr. Malik Peiris, jefe de virología de la Universidad de Hong Kong y experto en coronavirus, que no participó en ninguno de los estudios mencionados. “Pero la tasa de mortalidad real es difícil de interpretar”.

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Si bien la edad fue el mayor factor de riesgo, no fue el único. Casi la mitad de los 191 pacientes adultos incluidos en un análisis de Wuhan tenían enfermedades subyacentes antes de ser hospitalizados con COVID-19. La dolencia preexistente más común entre el grupo fue la presión arterial alta (30%), seguida de diabetes (19%) y enfermedad cardíaca (8%).

Peiris remarcó que los datos disponibles hoy son sólo la punta de un iceberg. El número incalculable de casos que yacen debajo de la superficie podría terminar cambiando radicalmente la tasa de mortalidad de COVID-19.

Eso es lo que sucedió en 2009 con la pandemia de influenza H1N1 que comenzó en México. En los primeros días del brote, la tasa de mortalidad parecía ser del 2%, indicó Peiris. Con el tiempo, los investigadores buscaron anticuerpos H1N1 en muestras de sangre de la población general y descubrieron que muchas personas se habían infectado y también recuperado. Después de que se tuvieron en cuenta estos casos, inicialmente pasados por alto, la tasa de mortalidad cayó a sólo 0.002%, precisó.

“Conocer la tasa de mortalidad es de vital importancia”, resaltó Peiris. “Muchos países están tomando medidas agresivas que son muy costosas para sus economías y sus comunidades al suponer que la tasa es del 1% o superior. Pero si la tasa es 100 veces menor, las medidas que se tomen serían bastante diferentes. Hay que calibrar la respuesta a la gravedad del brote”.

El estudio de Imperial College predijo que el nuevo coronavirus infectaría al 81% de las personas en Estados Unidos y provocaría 2.2 millones de muertes. Eso fue antes de que el presidente Trump recomendara el lunes medidas radicales de distanciamiento social para limitar la propagación.

Un día antes, el gobernador de California, Gavin Newsom, instó a cualquier individuo mayor de 65 años a recluirse para evitar contagiarse.

Hasta ahora, más de 7.000 personas en EE.UU dieron positivo por COVID-19, y al menos 97 fallecieron, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

A pesar de sus tasas de mortalidad más altas, no está claro si los mayores tienen un riesgo más elevado de contraer el coronavirus que otros grupos etarios. Mientras que EE.UU y otros países siguen luchando por contar con suficientes pruebas, es posible que la respuesta no se conozca durante meses o años. “Mientras más personas se sometan a evaluaciones, más entenderemos el alcance total de la enfermedad en la población, cómo reducir su propagación y los factores de riesgo”, remarcó Olinger.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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