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Las opiniones de Trump -sombrías sobre EE.UU, optimistas en relación al coronavirus- ponen a los republicanos en el blanco

El presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump caminan por el jardín sur de la Casa Blanca.
El presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump caminan por el jardín sur de la Casa Blanca durante un evento de “Saludo a América”, el 4 de julio de 2020, en Washington.
(Patrick Semansky/Associated Press)

Los legisladores republicanos, los sustitutos de Trump pisan con cuidado los incendiarios comentarios del presidente durante el fin de semana del 4 de julio, denunciados por los demócratas.

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Los asistentes de la Casa Blanca y los legisladores republicanos lucharon el domingo para defender al presidente Trump después de pasar el fin de semana festivo del Cuatro de Julio denigrando el movimiento de justicia racial impulsado por el asesinato de George Floyd y minimizando una pandemia mortal al afirmar que el 99% de los casos de coronavirus son “completamente inofensivos”.

En un par de discursos divisivos pronunciados contra telones de fondo destinados a invocar imágenes tradicionales de patriotismo y orgullo nacional -el enorme monumento presidencial en Mt. Rushmore en Dakota del Sur el viernes y una celebración de fuegos artificiales y aviones en la capital de la nación al día siguiente- Trump envió un mensaje dirigido a su base de línea dura, con poco alcance al país en general.

Incluso algunos estrategas de Trump reconocen que es una táctica arriesgada.

En un momento en que múltiples encuestas de opinión muestran que el presidente sigue a su presunto oponente demócrata, el ex vicepresidente Joe Biden, por márgenes de dos dígitos, Trump está divergiendo cada vez más de los puntos de vista de los votantes sobre la raza, la justicia y la historia, así como sobre la forma de hacer frente a una furiosa pandemia.

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Sin embargo, entre los que trabajan para Trump o esperan montar sus procesos electorales, evitar las críticas hacia él, incluso ante declaraciones falsas o ahistóricas, sigue siendo una práctica aparentemente obligatoria.

El domingo, por ejemplo, el comisionado de la Administración de Drogas y Alimentos, Stephen Hahn, se negó repetidamente a contradecir la afirmación del presidente de que el 99% de los casos de coronavirus son “completamente inofensivos”.

Los especialistas en enfermedades infecciosas dicen que aproximadamente un tercio de los casos de coronavirus son asintomáticos. Pero para muchos otros que lo contraen, los efectos pueden ser graves o catastróficos. Incluso aquellos que sobreviven a la enfermedad a menudo enfrentan problemas de salud peligrosos a largo plazo.

Hahn, un médico que forma parte del grupo de trabajo sobre coronavirus de la Casa Blanca, se enfrentó a repetidas preguntas sobre la proclama de Trump durante las entrevistas televisivas del domingo. Evitó respuestas directas.

Lo que estamos viendo es una revuelta silenciosa - y una advertencia a Trump de que no puede contar con sus generales si da órdenes que encuentran profundamente equivocadas.

“No voy a entrar en quién tiene la razón y quién está equivocado”, dijo Hahn durante una entrevista en “State of the Union” de CNN. Reconoció que “los casos están surgiendo en el país” e instó a los estadounidenses a seguir las pautas de los CDC sobre el uso de mascarillas, distanciamiento físico y lavado de manos.

En “This Week” de ABC, Hahn se desvió cuando se le preguntó cuántos casos creía que eran inofensivos y respondió: “Ningún caso, no lo quisieramos tener... y cualquier muerte o caso es trágico”.

Hahn también se negó a abordar la declaración de Trump, repetida la semana pasada en una entrevista en Fox, de que el virus “desaparecería, espero”.

Aquellos con credenciales similares, pero sin compromiso con Trump, fueron más directos.

El predecesor de Hahn en la FDA, Scott Gottlieb, quien dirigió la agencia durante los primeros dos años del mandato de Trump, dijo que no sabía de dónde había obtenido el mandatario la estadística del 99%, pero que era incorrecta.

“Ciertamente, más del 1% de las personas contraen una enfermedad grave por esto”, manifestó en “Face the Nation” de CBS.

Gottlieb dijo que el aumento actual de nuevas infecciones pronto comenzaría a producir más muertes a pesar del hecho de que las personas más jóvenes representaban una mayor proporción de los casos recientemente descubiertos y que los tratamientos habían mejorado.

“Vamos a ver los decesos en aumento”, señaló en CBS. “Tendremos más muertes, trágicamente”.

Trump ha promocionado constantemente su propio desempeño al enfrentar la pandemia, y los legisladores republicanos, especialmente aquellos que serán reelegidos este año, se ponen cada vez más en la posición para determinar si están de acuerdo.

La mejor esperanza de Trump para la reelección es arrasar a Biden. Eso es más difícil cuando a muchos votantes les gusta el tipo.

En “State of the Union” de CNN, se le preguntó a una de las titulares republicanas que enfrenta una elección apretada, la senadora Joni Ernst de Iowa, si Trump estaba exhibiendo un “liderazgo fallido” en la crisis del coronavirus.

“No”, dijo ella. “Creo que el presidente está dando un paso adelante”.

El discurso de Trump el viernes en Mt. Rushmore, y sus comentarios del Cuatro de Julio al día siguiente en Washington, parecían apuntar a avivar las guerras culturales derivadas de las protestas de George Floyd, incluido el intento de derribar las estatuas de figuras de la era Confederada.

En su discurso en Washington, el presidente declaró que los manifestantes en gran parte pacíficos que protestaron durante semanas en ciudades de todo Estados Unidos “no estaban interesados en la justicia o la curación”.

“Nunca permitiremos que una multitud enojada derribe nuestras estatuas, borre nuestra historia, adoctrine a nuestros hijos o pisotee nuestras libertades”, manifestó Trump.

La senadora Tammy Duckworth de Illinois, una posible candidata demócrata a la vicepresidencia, dijo que las conclusiones del presidente sobre semanas de protestas se volcaron frente al amplio apoyo público para los objetivos del movimiento Black Lives Matter y una reevaluación de los monumentos públicos a la Confederación.

Duckworth, una veterana militar que perdió ambas piernas mientras servía en Irak, dijo que el énfasis de Trump era particularmente discordante en el contexto de la pandemia y la inacción de la Casa Blanca ante las evaluaciones de inteligencia de que Rusia ofreció recompensas a los militantes en Afganistán por matar a las tropas estadounidenses.

“Pasó más tiempo preocupado por honrar a los confederados muertos que por hablar sobre las vidas de nuestros compatriotas, 130.000 estadounidenses, que perdieron sus vidas por COVID-19, o advirtiendo a Rusia por la recompensa que están poniendo en las cabezas de los estadounidenses”, expuso Duckworth en “State of the Union”.

“Quiero decir, todas sus prioridades están equivocadas en esto”.

Incluso algunos republicanos parecían estar alejándose de Trump en la defensa de los honores para aquellas figuras militares que tomaron las armas contra Estados Unidos para defender la esclavitud.

Se le preguntó a Ernst, también veterano militar, acerca de la amenaza del presidente de vetar un proyecto de ley de gastos militares si incluye una propuesta para un proceso que sopese el cambio de nombre de las bases militares estadounidenses que fueron nombradas en honor a generales confederados.

Ella dijo que pensaba que él debería firmar la medida.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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