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Columna: Los republicanos anti Trump son el arma secreta de Biden

Republican former Ohio Gov. John Kasich stands at a gravel crossroads in a Democratic National Convention video
El ex gobernador de Ohio John Kasich, republicano, respaldó a Joe Biden mediante un video en la primera noche de la Convención Nacional Demócrata de 2020, en agosto.
(Associated Press)

Es difícil encontrar demócratas que se hayan pasado a Trump. Pero suficientes republicanos están disgustados con él que podrían ayudar a Biden a cruzar la línea de meta.

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Si Joe Biden gana la presidencia esta semana, podría deber parte de su victoria a un electorado pequeño pero sorprendente: los republicanos descontentos que abandonaron al presidente Trump.

La gran mayoría de los republicanos votarán por el actual presidente, por supuesto. Una encuesta del Pew Research Center realizada en octubre indicó que el 92% de ellos planeaban votar por Trump, un nivel saludable, incluso si no es tan alto como afirma el mandatario.

Pero los problemas se esconden debajo de ese número.

Las filas republicanas se han reducido este año. En enero, más estadounidenses afirmaron ser republicanos o de inclinación republicana que demócratas o de inclinación demócrata: 47% a 45%, según una encuesta de Gallup.

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No obstante ahora los demócratas tienen la ventaja, 49% a 45%, según descubrió la misma organización.

Además, Biden parece obtener más apoyo de los republicanos disidentes que Trump de los demócratas renegados.

En la encuesta de Pew, el 6% de los republicanos reconocieron que votarían por Biden; solo el 3% de los demócratas planeaba elegir a Trump. Otras encuestas hallaron resultados similares.

Cien años después de haber obtenido el derecho al voto, las mujeres sólo representan el 23.7% del Congreso, menos que en muchos otros países desarrollados.

Los sondeos reflejan así la extraña estrategia política de Trump. En lugar de intentar expandir la coalición que lo apoya, se centró en reforzar su base relativamente estrecha de conservadores, evangélicos blancos y hombres sin título universitario.

En el camino, enajenó a las mujeres de los suburbios, a los votantes con educación universitaria de ambos partidos, a los jóvenes y, gracias a su caótica respuesta ante la pandemia, a los votantes mayores.

A esa lista, agreguemos un grupo creciente de republicanos descontentos, algunos de los cuales salieron del movimiento “Never Trump” (Jamás Trump), de la campaña de 2016.

Este año, formaron Votantes Republicanos contra Trump y pidieron a otros republicanos que presentaran testimonios en video que podrían usarse para anuncios de televisión, vallas publicitarias y otros materiales de campaña. Obtuvieron más de 1.000 videos como respuesta.

Uno de ellos provino de Tommy Stallings, un corredor de bienes raíces, de 43 años de edad, residente de Lubbock, Texas. “He sido republicano toda mi vida”, remarcó Stallings. “Sigo creyendo en un gobierno pequeño, en la Segunda Enmienda y la libertad individual. Voté por Trump en 2016, pero no puedo hacerlo por segunda vez”.

El hombre confesó que perdió la confianza en el mandatario después de que sus exasesores describieran el caos vivido dentro de la Casa Blanca. “Cuando personas como Mattis y Kelly se fueron y dijeron: ‘Este tipo está loco’, eso me hizo reflexionar”, explicó Stallings, refiriéndose al ex secretario de Defensa James N. Mattis y al ex jefe de gabinete de la Casa Blanca, John F. Kelly.

Mónica Rey Haft, una abogada de 51 años que vive en Richardson, Texas, también envió su clip. “Soy una republicana de toda la vida”, narró. “Soy pro vida y evangélica. Voté por Trump con recelo”, dijo. “Creí que una vez que sintiera el peso del cargo, acabaría con las fanfarronadas y las tonterías. Pero no lo hizo, y eso le ha costado mucho al país. Mi madre dice que he perdido la cabeza”, agregó.

Los Estados Unidos están entrando en la “fase más difícil” de la pandemia, ya que el presidente Trump pelea con los demócratas sobre las medidas sanitarias y económicas para contrarrestarla.

A sus 69 años, Jerry Copan, un ejecutivo jubilado de una asociación comercial en Raleigh, Carolina del Norte, tenía sentimientos similares. “Se trata de carácter y competencia”, comentó. “Creo que ha demostrado un completo fracaso de liderazgo en cuanto al COVID”.

Copan permitió a los votantes republicanos contra Trump usar su nombre y fotografía en una valla publicitaria en una carretera en su estado. “He recibido un fuerte castigo por eso de parte de mi grupo de golf”, comentó.

La idea motivadora de la campaña publicitaria es que los republicanos en áreas conservadoras pueden dudar en romper lazos con el presidente, a menos que escuchen un mensaje anti-Trump de personas reales que suenen como ellos.

“Los republicanos a menudo enfrentan mucha presión social para votar por el actual mandatario”, expresó Sarah Longwell, una activista republicana veterana que lidera el grupo. “Queríamos crear una estructura permisiva; una vía de salida para aquellos que votaron por Trump hace cuatro años”.

Otros grupos republicanos disidentes han hecho campaña contra Trump, principalmente el Lincoln Project, que realizó una serie de videos punzantes donde se ridiculiza al presidente. Sin embargo, los estrategas políticos cuestionan que los anuncios, que son muy entretenidos para los demócratas anti-Trump, tengan la fuerza suficiente para inducir a los republicanos vacilantes a huir de las filas del partido.

“Pasamos bastante tiempo en focus groups [de votantes republicanos] y descubrimos que las cosas que repercuten contra el presidente no eran muy persuasivas”, comentó Longwell. “Hay mucha desconfianza en general; teníamos que averiguar quién era el mensajero adecuado. Y la respuesta fue: otros republicanos”.

La campaña de Biden también ha contado con algunas voces republicanas prominentes. El ex gobernador de Ohio John Kasich y el ex secretario de Estado Colin Powell respaldaron a Biden en la Convención Nacional Demócrata. Cindy McCain, la viuda del senador de Arizona John McCain protagoniza un comercial a favor de Biden, que se muestra en su estado natal.

No existe una campaña interpartidaria comparable del lado de Trump para enamorar a los demócratas, a menos que se cuenten los llamamientos del mandatario a los trabajadores manuales.

El demócrata más destacado que respalda a Trump es el ex gobernador de Illinois Rod Blagojevich, quien en 2011 fue condenado a 14 años de prisión por corrupción. Después de que el actual presidente conmutó su sentencia, este año, Blagojevich se autodenominó un “trumpócrata”. ¿Importará eso? Es imposible saberlo en una campaña que ha bombardeado a los votantes de los estados indecisos con más anuncios, en más medios y a un mayor costo que nunca.

Pero puede que no se necesite mucho para cambiar una elección cerrada. Unos pocos republicanos descontentos podrían ser suficientes para marcar la diferencia.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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