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El documental de este médico de L.A. predijo una pandemia; ahora su obsesión es el coronavirus

Ryan McGarry
El Dr. Ryan McGarry, médico de la sala de emergencias de Keck Medicine de USC, es el productor del documental de seis partes de Netflix ‘Pandemia: Cómo prevenir un brote’.
(Irfan Khan / Los Angeles Times)

El Dr. Ryan McGarry ayudó a dirigir el documental de Netflix ‘Pandemia: Cómo prevenir un brote’. El médico de USC espera tratar pronto a los pacientes por el coronavirus. “Va a cambiar nuestras vidas para siempre”, dijo.

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Esa apertura, del documental en seis partes de Netflix “Pandemic: How to Prevent an Outbreak” (Pandemia: cómo prevenir un brote), no podría parecer más pertinente u ominosa hoy, a medida que el mundo se enfrenta a una emergencia mundial de salud.

El director de ese escenario, en el campo de Pensilvania, fue Ryan McGarry, un cineasta de Los Ángeles y también médico, que ahora se enfrenta a la potencial oleada de pacientes con coronavirus en la sala de emergencias donde trabaja, en el Los Angeles County-USC Medical Center.

“Realmente no sé cómo sentirme en este momento”, reconoció McGarry, médico de Keck Medicine de USC, en una entrevista. “Me alegra haber podido resaltar las advertencias de algunas personas muy inteligentes. Pero como realizador y médico, no he logrado comenzar a entender el nivel de sufrimiento y ruina que podemos enfrentar. Creo que esto va a cambiar nuestras vidas para siempre”.

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McGarry ha tenido una amplia demanda en los últimos días. Su serie documental se estrenó en enero, pero los eventos recientes la llevaron al “Top 10 en Estados Unidos hoy” de Netflix.

El doctor-director-productor ejecutivo visitó a Jake Tapper en CNN. Recibe una gran cantidad de llamadas de los medios, y tiene dos o tres guardias por semana en la sala de emergencias de Boyle Heights, donde los primeros casos del virus mortal comenzaron a aparecer.

El médico quiere que el público reconozca cómo no sólo los doctores, sino también las enfermeras, los ayudantes y el personal de apoyo en los hospitales están trabajando en un momento de enorme riesgo.

El Presidente Trump, que una vez esperó un segundo mandato con una economía fuerte, ahora se enfrenta a un caos económico y a un mercado de valores que se remonta a cuando asumió el cargo por primera vez. ¿La crisis del coronavirus hundirá su oferta de reelección? O le permitirá presentarse como un “presidente en tiempo de guerra”, como declaró el miércoles.

“Imagínese que usted es personal de custodia. Antes se ocupaba de limpiar el desorden. Y ahora arriesga su vida”, señaló McGarry. “Le estamos pidiendo a mucha gente que sea muy valiente en este momento. Es increíble lo que están haciendo los trabajadores de emergencias. Y creo que todos sentimos mucho respeto por eso”.

McGarry, de 38 años, siempre había soñado con una carrera como narrador. Pero un roce juvenil con la mortalidad también ayudó a poner a este nativo del sur de California en el camino de la medicina.

Creció en el condado de Orange y se convirtió en corredor en la preparatoria Mater Dei High School, en Santa Ana. Como estudiante de primer año en la Universidad Metodista del Sur tuvo un comienzo triunfal, pero luego su rendimiento en la pista comenzó a caer inexplicablemente.

Sus entrenadores sospechaban que estaba entrenando demasiado, y suspendieron sus entrenamientos. Pasaron meses antes de que los médicos le diagnosticaran que tenía linfoma no Hodgkin, de etapa 4. Necesitó dos años de quimioterapia y otros tratamientos antes de estar libre de cáncer. “Nunca olvidaré lo que los doctores hicieron por mí cuando estuve enfermo”, reconoció McGarry, “así que me dediqué a la medicina, tanto como al cine”.

El profesional se formó en la escuela de medicina de la Universidad de Pittsburgh e hizo su residencia en emergencias en Los Angeles County-USC Medical Center.

Durante ese tiempo, el hospital le otorgó permiso para filmar lo que ocurría allí. El metraje se convirtió en la base de “Code Black”, un documental de 2013 que describe las dificultades de brindar atención de calidad en un hospital habitualmente superpoblado. La película ganó varios premios.

Con la propagación del coronavirus, los expertos en salud mental aconsejan a la gente que preste atención a cualquier sentimiento de ansiedad o depresión

“Pandemia” surgió de las conversaciones de McGarry con otros sobre el centenario de la llamada gripe española de 1918. “Comenzamos a buscar personas en todo el mundo y en Estados Unidos, cuyas carreras se basaron en tratar de asegurar que 1918 nunca volvería a suceder”, comentó. “Sin embargo, a la mayoría de ellos se les cortó el presupuesto o no se les tomó en serio. Y, bueno, aquí estamos”.

El elenco de “Pandemia” abarca desde funcionarios gubernamentales, como el Dr. Carroll, hasta médicos en lugares tan remotos como Oklahoma e India. Las imágenes muestran a los criadores de pollos vietnamitas que intentan evitar la gripe aviar, los investigadores de San Francisco que buscan una vacuna universal contra la gripe y el doctor encargado de preparar los hospitales de la ciudad de Nueva York para una pandemia.

La Dra. Syra Madad, directora principal del Programa de Patógenos Especiales del Sistema de Salud y Hospitales de la Ciudad de Nueva York, les dice a los realizadores: “Estas amenazas nunca cesarán, y debemos hacer algo al respecto. Y ese ‘algo’ es necesario ahora”.

McGarry está fascinado por los médicos y expertos en salud pública que siguieron enfocados en la amenaza de una pandemia, mientras la mente del público se desviaba hacia otros miles de lugares. “Estas personas no tienen el nivel de olvido que la mayoría de nosotros”, reconoció. “Están programados para mantenerse siempre en el tema; gracias a Dios. Sin gente como esa, estaríamos realmente jodidos”.

McGarry corre en cinta para mantenerse en forma. A pesar de su apariencia favorecida, prefiere permanecer detrás de la cámara y enfocarse en los demás. Los médicos y otros trabajadores de la salud, reconoció, no son optimistas sobre la tormenta que se avecina. “Soy como cualquier ser humano; tengo miedo”, reconoció. “Y estamos viendo que este virus parece ser menos discriminatorio en edad de lo que pensábamos”. Hay jovencitos y algunos jóvenes trabajadores de la salud que se enferman con el virus, y eso da miedo”.

“Hay ansiedad, pero también resistencia”, continuó. “En nuestras reuniones de personal, la gente hace preguntas tales como: ‘¿Cómo puedo llegar a los pacientes más rápido? ¿Qué puedo hacer para involucrarme?’. Eso es genial ¿cierto?”.

En un momento de tanta tensión, es difícil encontrar el lado positivo, pero McGarry cree que podría haber uno. “Tal vez ahora salgamos de esto unidos, y prioricemos la salud pública y el sistema sanitario tal como deberíamos. Espero que así sea”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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