¿Por qué el altercado en el SoFi Stadium, que dejó a un fanático de los 49ers de San Francisco en coma, puede ser difícil de llevar a juicio?
Un hombre fue detenido como sospechoso de un delito de agresión en relación con el caso, pero los expertos legales dicen que podría ser difícil de probar.
Las autoridades de Inglewood se apresuraron esta semana a armar una cronología del violento altercado en el estacionamiento afuera del SoFi Stadium que dejó a un fanático de los 49ers de San Francisco en un coma inducido médicamente, días antes de que la ciudad sea sede del Super Bowl.
El alcalde de Inglewood, James T. Butts, anunció el viernes que Bryan Alexis Cifuentes-Rossell, de 33 años, de Los Ángeles, había sido arrestado bajo sospecha de agresión grave en relación con el incidente.
El aficionado lesionado, Daniel Luna, de 40 años, fue hospitalizado después de que lo encontraran sangrando en un estacionamiento del estadio, aproximadamente media hora después del enfrentamiento por el campeonato de la NFC entre los Rams de Los Ángeles y los 49ers de San Francisco el domingo, informaron las autoridades.
El suceso generó comparaciones inmediatas y generalizadas con la brutal golpiza del fanático de los Gigantes de San Francisco, Bryan Stow, en el Dodger Stadium en 2011.
Pero las autoridades y los expertos legales explicaron que lo que sucedió en SoFi es diferente y, en cierto modo, más complicado que ese caso, y Butts indicó el viernes que Luna pudo haber sido el agresor.
Hasta ahora, los minutos previos al altercado son turbios y no se han hecho públicos los videos.
Según Butts, los investigadores han revisado imágenes que parecen mostrar a Luna empujando a Cifuentes-Rossell por detrás. Este último luego respondió aventando y golpeando a Luna en la cara, lo que provocó que cayera y se pegara la cabeza.
“La realidad es que esto fue un... altercado de dos empujones y un golpe”, comentó Butts durante una conferencia de prensa el viernes. “El mayor daño se hizo porque aterrizó sobre la parte posterior de su cabeza en el pavimento”.
The Times pidió a varios expertos que opinaran sobre cómo podría desarrollarse el incidente de alto perfil.
Louis Shapiro, un destacado abogado defensor de Los Ángeles, indicó que el legista de Cifuentes-Rossell probablemente comenzará por obtener “un video forense claro que muestre todo lo que sucedió, y entrevistará a todos sobre lo que se dijo antes de que se lanzara el golpe”.
Según Butts, las imágenes revisadas por los investigadores revelan a personas socializando en el estacionamiento cuando Luna empuja por detrás al otro hombre, quien vestía una camiseta amarilla que se cree que es de los Rams de Los Ángeles.
Luna vestía una playera blanca “que algunos piensan que era una prenda antigua de los 49ers de San Francisco”, detalló Butts. Los amigos han confirmado que Luna es fanático de ese equipo.
El otro hombre luego empujó a Luna y lo golpeó en la cara, explicó Butts. Éste cayó al suelo y se pegó en la cabeza.
Shapiro expresó su preocupación de que el alcalde estaba “diciendo en una plataforma prominente que el acusado agredió a la víctima”, pero señaló que muchos factores podrían influir en el caso, incluido el nivel de alcohol en la sangre de Luna, las acciones de Cifuentes-Rossell después del golpe y si hubo amenazas verbales entre los hombres.
Sin embargo, es probable que los abogados de Cifuentes-Rossell argumenten que “el grave resultado aquí no fue un evento previsible de un solo golpe”, indicó.
Su mayor dificultad podrían ser sus acciones posteriores.
“El problema es que huyó de la escena después. Si se hubiera quedado y conseguido ayuda para el tipo, eso no sería tan complicado”, explicó Shapiro.
Aunque la delincuencia y la falta de vivienda aumentan, muchos residentes de toda la vida están preocupados por el aburguesamiento, ya que los revendedores renuevan rápidamente las casas y ponen etiquetas con precios millonarios.
Según Butts, la policía rastreó la dirección particular de Cifuentes-Rossell a partir de la matrícula de un automóvil capturado en un video de vigilancia dentro del estacionamiento del estadio. Los agentes dejaron información de contacto en su domicilio.
Cifuentes-Rossell luego se comunicó con las autoridades policiales, pero se negó a ir al departamento para ser entrevistado, informó Butts. Luego, los oficiales fueron a su lugar de trabajo en Montebello, y él “los acompañó voluntariamente al Departamento de Policía de Inglewood” y fue detenido.
Luna, quien fue llevado al Centro Médico Harbor-UCLA el domingo después de que lo encontraran sangrando en el estacionamiento del estadio, permanece en coma. Si muere, explicó Shapiro, el caso probablemente se convertiría en uno de homicidio voluntario.
Butts no mencionó si Luna también enfrentaría cargos por el altercado, y señaló que “eso dependería de la oficina del fiscal de distrito”.
“Examinarán la totalidad de las circunstancias y tomarán su decisión”, puntualizó, y agregó que en las imágenes del video no parece que nadie más haya estado involucrado en el enfrentamiento.
Greg Risling, portavoz de la oficina del fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, comentó el viernes que no se habían presentado cargos y no respondió a una pregunta sobre si Luna también podría tener responsabilidades.
Butts explicó que el arresto de Cifuentes-Rossell estaba relacionado con “agresión con un medio para producir lesiones corporales graves”. De acuerdo con el Código Penal de California, tal condena podría resultar en varios años de prisión, una multa o ambas.
Cifuentes-Rossell fue liberado por el pago de una fianza de 30.000 dólares a la 1 a.m. del viernes, indicó Butts. No quedó claro de inmediato si obtuvo representación legal, y los intentos de comunicarse con él ese mismo día no tuvieron éxito.
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Lara Yeretsian, una abogada criminalista que ha representado a clientes de alto perfil, incluido el asesino convicto Scott Peterson, mencionó que creía que Luna era técnicamente el agresor, y que la cantidad de fuerza utilizada por Cifuentes-Rossell “no está fuera de proporción”.
“Tan horrible como suena, un buen abogado argumentará que esto es una casualidad”, comentó. “Como su abogada defensora, señalaría que no se excedió al dar un golpe. Las fuerzas del orden a menudo deciden que quien tiene más lesiones es la víctima, y esa no es la ley”.
También está bajo escrutinio el propio SoFi. Dos fuentes policiales con conocimiento del estadio puntualizaron que algunas partes de los lotes no tienen cobertura de cámara completa. La mayor parte de la seguridad se concentra dentro y alrededor del recinto, y los estacionamientos se dejan a las personas que dirigen el tráfico, agregaron.
Esas fuentes informaron que se ha alentado al estadio a traer más agentes del sheriff del condado de Los Ángeles para complementar la seguridad, después de que surgieron preocupaciones internas de que no había suficientes fuerzas del orden público para vigilar a los fanáticos, a menudo borrachos y enojados. El sheriff del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, detalló la semana pasada que asignó 380 personas para el Super Bowl.
David Lira, miembro del equipo legal que representó a Stow después de la paliza de 2011 en el Dodger Stadium, mencionó que los juegos de rivalidad a menudo atraen a los aficionados con un orgullo y emociones intensos, por lo que es esencial que los estadios tengan planes de seguridad sólidos.
“Sabían que un equipo rival estaba llegando a la ciudad”, enfatizó Lira. “Deberían haber ajustado su plan de seguridad para este juego en particular. Es una verdadera receta para el desastre, a menos que tenga implementados los protocolos adecuados”.
Los ladrones que roban vagones de ferrocarril son un delito que se remonta a los días de los bandidos a caballo, pero que se ve alimentado por una serie de realidades modernas, como los campamentos de indigentes y el comercio electrónico.
Incluso dentro del estadio, han surgido videos en los últimos meses que muestran peleas entre fanáticos.
El exfiscal federal Neama Rahmani explicó que el incidente en SoFi tenía ecos de lo sucedido con Stow en el Dodger Stadium.
En ese caso, Louie Sánchez se declaró culpable de un delito grave de mutilación y fue sentenciado a ocho años de prisión. Marvin Norwood aceptó su responsabilidad en el asalto por medios que probablemente producirían grandes lesiones corporales y fue condenado a cuatro años tras las rejas.
Pero los fiscales en el caso tenían evidencia de que la pareja le propinó varios golpes a Stow, incluidas patadas en la cabeza que resultaron en una lesión cerebral, indicó Rahmani.
“Los fiscales [en el incidente de SoFi] están muy limitados aquí en lo que pueden alegar, y esperan enfrentar una defensa basada en la protección personal y que no fue la intención del acusado causar lesiones corporales graves”, señaló Rahmani.
Butts argumentó que era incorrecto comparar el incidente en SoFi con lo que le sucedió a Stow.
“La situación en el Dodger Stadium no es comparable a ésta en ningún sentido”, explicó, “y para ser franco, parecía un pequeño altercado que salió muy mal… No era como si tuvieras a gente atacando a alguien y golpeándolo”.
El alcalde también señaló que un guardia de seguridad llamó a los paramédicos poco después del enfrentamiento. Agregó que no estaba preocupado por la seguridad en el SoFi Stadium.
“Estoy muy cómodo de que había suficiente seguridad”, indicó Butts. “No vas a detener todos los altercados y discusiones que ocurren entre los fanáticos. Simplemente no va a suceder”.
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