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Nueva cerca reemplaza el muro fronterizo que tenía décadas en San Diego

Border fence construction
Un equipo de construcción coloca el viernes el último panel de cercado en el proyecto de reemplazo del muro fronterizo con un costo de $147 millones que cubre 14 millas al este del puerto de entrada de San Ysidro.
(John Gibbins / The San Diego Union-Tribune)

El proyecto de reemplazo del muro fronterizo de $147 millones de dólares...

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A lo largo de un camino de tierra situado entre un vecindario de clase media en el este de Tijuana y almacenes en Otay Mesa, los agentes de la patrulla fronteriza celebraron la finalización de un proyecto de reemplazo del muro fronterizo de $147 millones.

Kathleen Scudder, agente adjunto de la Patrulla en Jefe del Sector de San Diego, se paró frente a una hilera de cámaras de televisión mientras una grúa llenaba el vacío restante de un tramo fronterizo de 14 millas entre el Océano Pacífico y la Montaña Otay con una barrera de acero de 18 pies de altura.

Muchos pensamos que tarde o temprano, el presidente Trump escogerá a México como objetivo favorito de sus ataques durante sus mítines electorales. Los temas serán, al menos: inmigración, seguridad fronteriza, comercio y empleos que están en México y que, según él, deberían estar en Estados Unidos.

Esas vigas de acero reemplazaron paneles metálicos mucho más cortos de la era de Vietnam que se instalaron originalmente a mediados de la década de 1990 para evitar que la gente cruzara la frontera.

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Los paneles de acero lograron ese objetivo, pero los cruces fronterizos ilegales han evolucionado, modernizado y adaptado. Los contrabandistas podían trepar fácilmente por los paneles de acero, que eran tan cortos como cuatro pies en algunos lugares, y empujarlos en ciertos lugares.

Una de las múltiples consecuencias negativas del acuerdo migratorio que firmó México con Estados Unidos es el daño que se hará a sus regiones fronterizas.

Junto con otra infraestructura fronteriza en el área, incluida la iluminación tipo estadio, sensores de movimiento, cámaras y, por supuesto, agentes de la Patrulla Fronteriza, la nueva cerca debería aumentar la seguridad de los agentes y disminuir el tráfico de personas y drogas, dijo Scudder.

“Una parte de ese sistema no funciona por si solo”, dijo. “Un muro de una cerca no va a mantener a la gente afuera, necesariamente. No construimos los muros para ser un elemento disuasorio completo. Son una herramienta como parte del sistema”.

Los migrantes que se ven obligados a esperar en México mientras buscan asilo en Estados Unidos se enfrentan a condiciones horrendas. Muchos se están rindiendo y regresando a sus países de origen.

Esas partes individuales del sistema que funcionan en conjunto le dan a los agentes de la Patrulla Fronteriza la capacidad de trabajar de manera más inteligente con recursos finitos para asegurar la frontera sur, agregó. Los oficiales de la Frontera dijeron que las vigas de acero más altas son una actualización de los paneles de acero de la era de Vietnam en dos formas principales.

Primero, pueden ver a través de los espacios entre las vigas de acero para que los agentes no sean tomados por sorpresa por la gente que corre hacia la cerca o incluso arroja piedras sobre la estructura. En segundo lugar, siendo el obstáculo más alto se tarda más en subir, lo que les da a los agentes más tiempo para responder.

“Si no tuviéramos un muro como este se pudiera saltar en cuestión de segundos”, dijo el agente Vincent Pirro. “¿Qué tan rápido puedes llegar hasta un auto? Estarás en un automóvil en Estados Unidos en cuestión de minutos”.

El viernes se completó el proyecto de reemplazo de la frontera de San Diego, que comenzó en mayo de 2018.

Esto no era parte del nuevo muro fronterizo que el presidente Trump prometió construir por primera vez, y que México pagaría, en 2016.

La Administración Trump tuvo dificultades para obtener los miles de millones necesarios para ese proyecto fronterizo. Originalmente, el Congreso sólo asignó $1.3 mil millones. Debido a que eso no fue suficiente, el presidente declaró un estado de emergencia a lo largo de la frontera suroeste para asegurar la financiación militar para el muro.

Esa decisión fue impugnada originalmente en el tribunal, pero un fallo de la Corte Suprema el mes pasado permitió que la Administración Trump usara fondos militares para pagar el muro.

Este proyecto fue parte de un plan propuesto en 2009 por la Administración Obama y financiado en 2017 por Trump para reemplazar las barreras fronterizas existentes.

Aquí en San Diego, hay más planes para reemplazar la cerca secundaria de la frontera, un cerco de malla de acero a unos 20 pies al norte de la valla primaria, con vigas de acero de 30 pies de altura similares a las de la cerca primaria. Ese proyecto está actualmente en curso y debería completarse en enero de 2020.

Aparte de esos propósitos de reemplazo, no hay planes para instalar una nueva cerca en San Diego, que ya es una de las secciones más fortificadas de toda la frontera suroeste.

Scudder señaló que en San Diego ha habido una fuerte correlación entre más infraestructura fronteriza y menos tráfico de personas y drogas.

“Esta barrera de reemplazo sólo aumentará ese efecto, beneficiando a la economía local, la seguridad del área y el medio ambiente”, dijo.

Las estadísticas muestran que ambas formas de contrabando han disminuido significativamente en San Diego desde 2001.

Ese año, hubo 110.000 detenciones a lo largo de la frontera y los agentes incautaron más de 26.000 libras de marihuana. En el año fiscal 2019, las detenciones fueron de 51.800 y los agentes sólo encontraron 2.000 libras de marihuana.

La cantidad de metanfetamina y heroína, sin embargo, ha aumentado significativamente durante ese mismo período de tiempo. Los agentes incautaron 18 libras de metanfetamina en 2001 y casi 3.000 libras en 2019. Con heroína, los oficiales incautaron 116 libras en 2001 y 3.500 en 2019.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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