Buscador de tesoros está desaparecido en las Rocallosas

EE.UU./AP —  Un comerciante de antigüedades que ha inspirado a decenas de miles de personas a buscar un tesoro escondido de casi dos millones de dólares en las Montañas Rocallosas encabeza ahora una misión para encontrar a uno de sus admiradores.

Forrest Fenn efectúa recorridos aéreos en helicópteros o aviones y peina tramos remotos de la parte superior del Río Grande en busca de algún indicio de Randy Bilyeu, quien está desaparecido desde hace más de tres frías semanas en la zona.

Otros buscadores de tesoros también participan en la búsqueda de Bilyeu, quien fue visto por última vez el 5 de enero tratando de encontrar el tesoro.

“Cada vez que salimos y no encontramos a Randy es desalentador, pero no cejaremos”, declaró Fenn a The Associated Press. “Todavía hay lugares a los que quiero ir a echar un vistazo”.

Fenn, un hombre excéntrico de 85 años de Santa Fe, creó un culto desde que anunció hace varios años que había ocultado en algún lugar de las Rocallosas un pequeño cofre de bronce que contiene oro, joyas y artefactos con valor total de casi dos millones de dólares.

Fenn dejó pistas sobre el paradero del tesoro en un poema enigmático incluido en sus memorias “The Thrill of the Chase”.

El tesoro escondido ha alentado a miles a buscarlo en vano en lugares remotos de New Mexico, el Parque Nacional Yellowstone y otras partes.

Los buscadores de tesoros comparten sus experiencias en blogs así como sus ideas sobre las pistas. La difusión del misterio del tesoro en la prensa nacional ha suscitado incluso mayor interés.

Fenn recibe unos 120 correos electrónicos a diario de personas que buscan el cofre de unos 20 kilogramos de peso. Fenn dice creer que unas 65.000 personas han buscado el tesoro, algunas de las cuales han aprovechado vacaciones familiares para aventurarse en los bosques.

“La esperanza de encontrar el tesoro es una cosa, por supuesto, pero hay un sentido de aventura cuando uno sale a la montaña y experimenta la luz del sol y el aire fresco”, explicó Fenn.

“Uno de mis motivos fue hacer que los chicos se alejaran del sillón y de las máquinas de jugar”, agregó.