Varios latinos podrían sumarse a las filas de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas tras la invitación de hoy

Los Ángeles —  La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, institución que organiza y decide la suerte de los Premios Oscar, reveló al mediodía de la presente jornada los nombres de las 683 personas relacionadas al mundo del séptimo arte que ha decidido invitar a sus filas, luego del escándalo generado el año pasado bajo la denominación de #OscarsSoWhite debido a una clamorosa falta de diversidad que, entre otras cosas, afectó en particular a las categorías de actuación, que prescindieron por completo de nominados pertenecientes a las minorías de color.

De ese modo, a pesar de que nadie está obligado a aceptar la invitación -y a que es probable que algunos la rechacen, como ha ocurrido en otros momentos-, lo ocurrido es una clara muestra del deseo de cambio promulgado por la presidenta de la Academia Cheryl Boone luego de la sonada polémica. En la lista actual, el 41% responde a gente de color, lo que haría que la conformación de la Academia pasara de tener 8% de individuos de esta clase a 11% (algo que sería todavía insuficiente, pero al menos mejor).

Debido a que el problema mayor en el Oscar se dio en las áreas interpretativas, el apartado que más llama la atención es el de los actores que han sido ahora invitados; y aunque está muy claro por ese lado que hay muchos que pertenecen a la comunidad afroamericana, nos corresponde destacar en este medio la mención de quienes son latinos, los mismos que según nuestro conteo llegan a ser 15.

El colombiano Ciro Guerra, director de “El abrazo de la serpiente”, nominada al Oscar a la mejor cinta en lengua extranjera, forma también parte de los invitados.

(Santiago Cortez / AP)

Entre los más actuales destaca la angelina de ascendencia hondureña América Ferrera, conocida por su participación en la teleserie “Ugly Betty”; el guatemalteco-americano Oscar Isaac, quien ha estado tanto en títulos independientes (“Ex Machina”) como en megaproducciones hollywoodenses (“Star Wars: The Force Awakens”, “X-Men: Apocalypse”); la descendiente de un dominicano y un puertorriqueño Michelle Rodríguez, mundialmente conocida por su papel en la saga “Fast & Furious”; la miamense de ascendencia cubana Eva Mendes, quien actuó en “Training Day” y “2 Fast 2 Furious”; el boricua Luis Guzmán, presente en “Traffic” y “Narcos”; y el michoacano Jacob Vargas, de “The 33”y “Jarhead”.

En el otro extremo se encuentran dos veteranos y leyendas incuestionables del cine mexicano: Silva Pinal, de 84 años, que fue una de las divas mayores del genial realizador Luis Buñuel, e Ignacio López Tarso, de 91 años, quien cuenta con una enorme experiencia en el cine, la televisión y el teatro. El que se los haya invitado es de lo más llamativo, aunque, debido a la edad de ambos, no hay garantía alguna de que acepten el pedido, sobre todo en el caso del segundo, que fue sometido recientemente a una delicada operación y cuya salud se encuentra bastante mermada.

También figuran por ahí algunos que, sin tener la misma popularidad internacional, son figuras de relieve dentro de la comunidad artística hispana local, como es el caso de Enrique Castillo, miembro fundador de la compañía de Los Ángeles Latino Theater Company, y el de Sal López, a quien hemos visto también muchas veces sobre las tablas californianas.

En el área de directores encontramos al mexicano Israel Cárdenas (“Dólares de arena”), al igualmente mexicano Carlos Carrera (“El crimen del Padre Amaro”), a la española Isabel Coixet (“Learning to Drive”), a su compatriota Juan Antonio Bayona (“El Orfanato”), al colombiano Ciro Guerra (“El abrazo de la serpiente”), a la capitalina María Novaro (“Lola”), a la jalisciense Patricia Riggen (“The 33”) y al mexicoamericano Luis Valdez (“La Bamba”); y también hay presencia de los nuestros en las demás disciplinas, lo que podría traducirse en una suerte mejor para la representación de los hispanos en la pantalla. Ojalá que así sea.