El tributo a la Persona del Año de La Academia tuvo momentos emotivos que Alejandro Sanz siempre soñó de niño y que jamás olvidará
“No se olviden que somos lo que soñamos”. Con esa frase tan sencilla, pero tan verdadera, anoche Alejandro Sanz selló una de las experiencias más importantes de su vida como artista, como persona, y como alma al aire que ha ido por el mundo derrochando arte, prosa y corazón.
Y precisamente, con el corazón repleto de amor y cariño fraternal, pero de momento mostrando un “Corazón Partío” entre lágrimas de emoción y agradecimiento, así pudimos ver a un Alejandro Sanz, sentado en el centro de un enorme salón rodeado de amigos, colegas, fanáticos, conocidos y desconocidos que de una u otra manera tuvieron la suerte y el privilegio de acompañarlo a aplaudir a esas celebridades que fueron elegidas para rendirle un merecido tributo musical.
Un homenaje dedicado a ese hombre que siendo un niño soñó con llegar a ser un gran cantante al que todos le seguirían el juego. El sueño de un haval madrileño que ya se ha ido cumpliéndose desde hace muchos años y del que todos somos testigos. Por tal motivo, cuando anoche Alejandro Sanz recibió, de manos de Juan Luis Guerra, la estatuilla simbólica que lo acreditaba como “Persona del Año 2017”, muchos se lo manifestaron desde el escenario diciéndole que desde hace tiempo se había convertido en la “Persona de siempre” de sus vidas.
El dominicano Juan Luis Guerra, la Persona del Año 2007, jamás se imaginó que diez años después sería él quien se encargaría de entregar el reconocimiento a la “Persona del Año” a Alejandro Sanz.
“Quiero agradecer a todos los músicos que sin ustedes no hubiera podido haberse todo esto”, dijo Sanz con su estatuila en la mano. “El sueño está más allá del momento en el que te pensabas rendir. Un sueño me trajo aquí y hoy aquel niño que fui, donde quiera que esté, les da las gracias a todos ustedes”, dijo Sanz en su discurso frente a los miles de presentes que le correspondieron con sonoros aplausos.
“Ese niño que fui sigue teniéndo una deuda pendiente, una duda importante, dos agujeros en los bolsillo, dos zapatos con las suelas gastadas y hoy se presenta ante ustedes para agradercerles que le hayan seguido el juego, que le celebren que nunca dejó de soñar y de creer que la vida es un milagro y que música es lo que nos lo recuerda. Ese niño quiere agrader a la Academia ese reconocimiento tan bello, puedo palpar el cariño de cada persona esta noche. Gracias a todo el equipo humano de este gran evento. De verdad me siento profundamente honrado y conmovido, por la predisposición de mis compañeros, gente solidaria y siempre en busca de la belleza para crear esos pequeños milagros en forma de canciones”, expresó al leer sus notas con los anteojos puestos.
Luego, esas emotivas palabras se las dirigió a su público, a su esposa y a dos de sus hijos que esa noche lo acompañaban. ”Por último quisiera agradecer al público, nuestra famila que son el por qué, el final y el que condiciona el inicio. Gracias a la gente que me ha acompañado durante casi tres décadas, es mi tesoro y mi logro. A mis dos hijos mayores y a mi mujer que están esta noche aquí… quiero decirle que ustedes sí son mi sueño logrado”, dijo ante una sonada ovación.
“Ustedes son mi deuda con el mundo y mi aprobación a nuestra especie. Y espero, chicos, que sean soñadores y valientes, siempre valientes. No olviden que somos lo que soñamos… muchas gracias”, concluyó ante ovaciones de pie.
Luego tomó su guitarra. Y como es tradición, en la ceremonia de la Persona del Año, le cantó el tema que le abrió las puertas en el mundo entero “Corazón Partío”. Fue así como cerró con broche de oro, una de las veladas más significativas de su vida y de la de muchos que lo acompañaron en este sueño cumplido.
El tributo de sus colegas
Pasadas las 9 de la noche, la mexicana Natalia Lafourcade fue la primera en salir al escenario. Ella fue la última en desfilar por la alfombra roja, pero la elegida para abrir el espectáculo. Evidentemente nerviosa comenzó su interpretación, pero al minuto de su paticipación tuvo que detenerse. “Lo siento no puedo, estoy muy nerviosa”, dijo con expresión de desconcierto.
El público la aplaudió y Alejandro subió al escenario para darle un abrazo, un beso y algo le susurró al oído. Luego ella comenzó de nuevo y le dio voz a “No es lo mismo” en compañía del ganador de dos Latin Grammy, Manuel Medrano.
El segundo en pisar el escenario fue Juan Luis Guerra, quien llegó para interpretar una versión en bachata del tema “Desde Cuando”, la cual gustó mucho a los presentes y sobre todo a Sanz, quien lo observó con detenimiento. Al final la gente despidió al dominicano de pie y con sonoros aplausos.
Entre las actuaciones, se fueron mostrando videos en la gran pantalla, donde se mostraba a artistas como Fonseca, Tommy Torres, Miguel Bosé, Ricky Martin, el tenista Rafael Nadal, Marc Anthony, Placido Domingo y Pablo Alborán, enviandole a Sanz palabras de felicitaciones, de agradecimento y compartiendole lo que este madrileño ha significado en sus vidas de manera profesional y más que todo, en el plano personal.
Luego apareció David Bisbal, quien nos contó en la alfombra roja que había llegado ese mismo día a Las Vegas directamente desde México, donde se había estado presentando en el Auditorio Nacional. “Y para venir aquí me he tenido que levantara a las 5 de la mañana”, nos dijo.
Con mucho sentimiento, Bisbal le dio voz al éxito “El alma al aire” y al finalizar su interpretación le dijo a Alejandro “Te quiero. Siempre que canto las canciones de Alejandro, me recuerda al niño que cantaba frente al espejo”. El oriundo de Almeria se refería a él mismo cuando al igual que Sanz soñaba con ser cantante y que gracias al reality Operación Triunfo pudo hacer realidad.
Visiblemente emocionado, con la voz entrecortada y lágrimas que corrían por su rostro, Bisbal le hizo una confesión a Sanz delante de todos. “Tú para mí no eres solamente la ‘Persona del Año’, desde antes lo has sido y seras para mí la ‘Persona para siempre’”.
Luego llegó el turno de Nina Pastori, quien deleitó a todos con su voz de llegó con su voz aterciopelada para darle vida a “La fuerza del Corazón”. Fue, sin duda, una interpretación magistral. “Feliz y orgullosa de ser de tu país. Eres un artista, una persona comprometida y estoy feliz de estar siempre contigo”, le dijo la famosa cantante a un emocionado Sanz.
Pero luego llegaría una las interpretaciones más celebradas de la noche, la de la chilena Mon Laferte. Sí, una de las más nominadas a la entrega 18 del Latin Grammy llegó para ofrecer su tributo musical elegantemente vestida de rojo y mostrando sus grandes cualidades vocales. Y ante la sonrisa y emoción del homenajeado, la joven de los tatuajes deleitó a la audiencia con “Mi soledad y yo”, resultando ser una de las mejores interpretaciones de la noche y una de las más aplaudidas.
Ricky Martin y Rafael Nadal encabezaron igualmente un video de antaño en el que mostraban a un joven Alejandro al lado de su mentor y amigo Paco de Lucía. “Está creciendo mucho y me gusta cómo esta componiendo sus canciones”, se escuchó decir a Paco en uno de las tantas entrevistas que dio y en la que se refirió con cariño de Alejandro Sanz.
Finalizado el video y totalmente a oscuras, un rayo de luz se posó sobre el escenario, las cuerdas de una guitarra le comenzaron a dar un ambiente bohemio a la velada. De pronto, las palmas comenzaron a sonar y una bailarina de flamenco tomó el escenario y comenzó a girar, a contonearse al ritmo de la tonada. La gente la ovacionaba y el sonido del cajón la acompañaba en sus elegantes movimientos elegantes, fuertes y precisos. El público la ovacionaba y ella recibía en el escenario a quien resultaría ser un bailador de envergadura. Fue un instante que le dio el toque perfecto a la velada.
De inmediato llegó Rosalía, con su voz de ángel para encantar a todos con el sencillo “Cuando nadie me vea”, mientras que los mexicanos Jesse y Joy también hicieron lo suyo al entonar el eterno “Siempre es de noche”. “Tú no eres nuestro amigo, eres nuestra familia y la nuestra es tu familia. Sabes que eres nuestro favorito y la ‘Persona del año’ para toda la vida”, dijo Joy y luego le dio un abrazo a Sanz.
Santiago Cruz y Jimmy Zambrano, de Colombia; y GianMarco, de Perú, igualmente unieron sus voces para interpretar con mucha fuerza y sentimiento “La mùsica no se toca”, mientras Alejandro aprobaba sus interpretaciones con una sonrisa y movimientos de cabeza en señal de aprobación.
Luis Fonsi también llegó al escenario de “Persona de Año” para imprimir su estilo musical. El intérprete de “Despacito” ofreció a la audiencia una forzada interpretación del mega éxito de Sanz “Amiga Mía”.
Anita, de Brasil, y el estadounidense Nick Jonas, llegaron para recordarnos aquel dueto que hiciera Sanz con Alicia Keys en el 2009, el mismo que llegó a los primeros lugares de las carteleras musicales “Looking for Paradise”. Una interpretación muy fresca la que ofrecieron la cantante brasilera y el ex Jonas Brother’s. A este dueto se terminó uniendo René Perez Joglar “Residente” para darle el toque urbano a este éxito musical. “La ultima linea de la canción se me fue... pero yo no creo en la iglesia, pero creo en tu mirada cabrón”, le dijo el máximo nominado a los Latin Grammy 2017 a Sanz.
Entre ovaciones, también se hizo presente el más esperado de la noche, Alejandro Fernandez, quien llegó para interpretar su versión del éxito “Ella”. El tapatío realizó una gran actuación y al finalizar ofreció palabras de reconocimiento para su tocayo a quien considera su “hermano”.
El cierre musical lo protagonizó la cantante de moda Camila Cabello junto al colombiano Juanes, quienes compartieron con Sanz y los prsentes el clásico “Quisiera ser”. Al finalizar, la ex integrante del grupo Fifth Harmony ofreció unas breves palabras al homenajeado. “Gracias por todo lo que has hecho por la música. Te quiero mucho”.
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