Se pone Fito Páez en modo extraterrestre

Canciones, guiones, libros... la pandemia no altera el impulso creativo de Fito Páez, quien, refugiado en su hogar, con los suyos, nunca deja de escribir ni componer.

Lo único que echa de verdad muy en falta es el público, las expresiones de júbilo y locura de los fans en sus conciertos. En lo que la normalidad se reinstaura en la Tierra, el argentino, de 57 años, emprenderá mañana “La Conquista del Espacio”, nombre de su nuevo disco y ahora un concierto online con su tripulación de músicos desde el Movistar Arena de Buenos Aires para el mundo.

“Hice dos experiencias (en vivo) en casa con la cámara, solo con el piano. La primera fue en marzo, me sentí rarísimo y no sabía por qué. Más adelante hice otra, con otro repertorio, y ahí entendí bien qué pasó: era un loco encerrado en una habitación con un piano gritando, cantando como si fuera la última vez”.

“Ahí sentí que la música forma parte de una experiencia y el otro es fundamental, no eres absolutamente nada sin el otro. La experiencia de los conciertos es un fenómeno antropológico, forma parte de la cultura también, son experiencias hermosas donde los seres humanos vamos a buscar comunión, abrazos, mirada, baile, sexo, lo que sea... paganía, ja ja”.

“Entonces, esta vez lo único que pedí para hacer otro streaming, y este es el primero con el que cobro entrada, es montar un espectáculo y con músicos, porque si no, no iba a poder soportarlo, la verdad. Es totalmente monstruoso tocar solo”, revela, en exclusiva, el autor de “Mariposa Tecknicolor” y “Al Lado del Camino”.

Confinado en su casa desde marzo, justo cuando salió a la venta “La Conquista del Espacio” y dio ese primer recital virtual, Páez aprovecha el tiempo al máximo y aborda un proyecto tras otro sin desfallecer. “Tuve la suerte de pasarlo (la contingencia sanitaria) en casa, con mi hija, mi novia, estuve muy apapachado por ellas y viceversa. Estamos pasándolo como podemos, (pero) con poco bajón o depre. Tenemos la suerte de ser gente privilegiada que tiene un techo, come dos o tres veces al día y se puede dar una ducha; uno siempre piensa en la gente que sí la está pasando muy mal, y, por otro lado, también he participado en situaciones humanitarias, estamos en contacto permanente para ayudar”.

“Diría que soy una persona resiliente, siempre me adapté a las cosas. No tengo un alto nivel de frustración por estas cosas, sobre todo cuando son situaciones que nos tocan a todos. Sería muy necia una persona que anteponga su vanidad o sus intereses ante el drama mundial que estamos viviendo”.

“Soy una persona que trabaja mucho tiempo en soledad: la composición, la escritura, ya sea de una novela, del guion de una película, una canción, un cuento... El primer mes y pico terminé un guion que pensé había terminado, pero no, me faltaba un montón de trabajo. Después empecé, todos los días, a grabar un poquito de música, me entusiasmaba, y ahora tengo ‘huesos’ ya casi de un álbum nuevo, ¡de dos, posiblemente! Y en los últimos cinco meses y medio escribí los primeros 30 años de mi autobiografía, que posiblemente saque eso como primer volumen porque ya son como 700 páginas. Así que en acción siempre”, explica.

Mientras soltaba la rienda de su inspiración, a miles de kilómetros de distancia recibió tres nominaciones al Latin Grammy por su álbum, grabado en los míticos Capitol Studios, en Los Ángeles, con arreglos orquestales de la Sinfónica de Nashville. La carga emocional de sentimientos encontrados por el coronavirus, la crisis global, no impiden que Páez vea siempre el vaso medio lleno. Ya sabe lo que hará cuando regrese a México, donde el público lo adora.

“¿Lo primero que haré? Irme a El Péndulo a comprar libros y discos y a tomar una chelas heladas con unos tacazos repicantes, rechilosos; eso, seguro. Extraño tanto, no sabes”.

Dio inicio la cuenta regresiva para “La Conquista del Espacio”, a las 19:00 horas de México, con boletos a 15 dólares hoy (317 pesos), y mañana, a 20 (el encuentro exclusivo con Páez cuesta 115 dólares); en todos los casos, más cargos por servicio.

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ASÍ LO DIJO

“Siempre se recibe bien (ser nominado al Latin Grammy), como una palmada en la espalda, y a la gente de la Academia la quiero mucho. Conozco a muchos de ellos; como es un premio que te dan los colegas, uno no puede dejar de sentirse agradecido”.

-Fito Páez, músico