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El ‘Easter Sunday’ de Jo Koy pone a los filipinos al frente

Lydia Gaston, izquierda, y Jo Koy en una escena de "Easter Sunday".
Lydia Gaston, izquierda, y Jo Koy en una escena de “Easter Sunday”.
(Ed Araquel/AP)
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Para ser una comedia, la nueva película de Jo Koy, “Easter Sunday”, tuvo muchos lagrimones.

La cinta no fue un trabajo ordinario para el comediante y el resto del elenco. La magnitud de estar en un set mayoritariamente filipino llevó a un festín de llantos de alegría, dijo Koy. Las emociones se hicieron sentir cuando la coprotagonista Tia Carrere señaló que esta era la primera vez que interpretaba a un personaje filipino en sus 40 años de carrera.

“Poder estar ahí mismo en una escena con otros cinco actores filipinos y simplemente hacer una escena sobre una familia... Ella nunca había visto eso antes”, dijo Koy, de 51 años, a The Associated Press. “Todos lloramos y celebramos juntos porque fue como ‘OK, este será uno de muchos momentos aquí’”.

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Koy, que es mitad filipino y mitad blanco, hace su debut cinematográfico con una película inspirada en gran medida en el material de sus especiales de comedia de Netflix. DreamWorks/Universal promociona “Easter Sunday”, que se estrena en cines el viernes, como la primera película de un gran estudio con un conjunto totalmente filipino.

Koy interpreta a Joe Valencia, un cómico aspirante a actor que viaja a la casa de su familia en el Área de la Bahía de San Francisco para las vacaciones de Pascua. Intenta vincularse con su hijo adolescente mientras trata con parientes bien intencionados pero autoritarios. La producción llega en un momento en que la comida, la historia y la defensa de los filipinos-estadounidenses emerge cada vez más en el espíritu de la época.

Podrá ser etiqueta común no revelar el desenlace de una película, pero Ron Howard aprendió hace años en “Apollo 13” (“Apolo 13”) que conocer el final de una historia es distinto a conocer la historia misma.

“Finalmente, nuestras historias, nuestros rostros están al frente y en el centro de la pantalla grande”, dijo Carrere, de 55 años, conocida por películas como “Wayne’s World” (“El mundo según Wayne”), “True Lies” (“Mentiras verdaderas”) y “Lilo & Stitch” (“Lilo y Stitch”). “Tengo que pellizcarme (para creer) que todavía estoy aquí, en el negocio, e invitada a la fiesta”.

Jimmy O. Yang, actor de “Crazy Rich Asians” (“Locamente millonarios”) y “Love Hard” (“¡Qué duro es el amor!”) que hace un cameo en “Easter Sunday”, también se desempeñó como productor. Eso significó ver muchísimas audiciones de actores de ascendencia filipina o asiática. Yang quedó impresionado por el talento; elegir 10 papeles fue mucho más difícil de lo que imaginó. Piensa que las afirmaciones de Hollywood de que los actores asiáticos capaces son difíciles de encontrar son solo excusas baratas.

“Como actor, creo que todos estos muchachos son muy buenos”, dijo Yang. “A algunos de ellos quería llamarlos y decirles, ‘¡Oye, hombre! Por favor sigue, ¿OK? No pudimos contratarte para este trabajo, pero por favor sigue adelante’”.

“Easter Sunday”, dirigida por Jay Chandrasekhar, está ambientada en el suburbio filipino de Daly City, al que el guionista Ken Cheng emigró cuando era niño. Imaginó una mezcla de “Friday” (“El viernes”) de Ice Cube y la clásica película navideña “It’s a Wonderful Life” (“Qué bello es vivir”). Cheng, también productor, la escribió en 2020 durante el encierro por la pandemia. Luego recurrió a Steven Spielberg, cuya compañía Amblin Partners coproduce la película, y a las pocas horas el legendario director lo había leído y había dado su aprobación, según Cheng.

“Desde ese día hasta el primer día que empezamos a rodar fueron algo así como cinco meses y medio. Y eso es increíblemente rápido”, dijo. “Mucho de eso se debe a lo entusiasmados que estaban todos por construir una película alrededor de Jo”.

Hollywood está lleno de actores notables mitad filipinos, como Vanessa Hudgens y Darren Criss. Pero Koy usa su origen en su trabajo. Por ejemplo, quería una escena en “Easter Sunday” que mostrara a la familia empacando las cajas tradicionales de balikbayan. Los filipinos, por lo general inmigrantes de primera generación, suelen enviar cajas con productos estadounidenses a familiares en Filipinas. El envío de cajas de balikbayan es prácticamente una industria por sí misma.

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“Existe esta responsabilidad que ponen sobre sus hombros cuando llegan a este país”, dijo Koy. “Veo eso con muchas familias filipinas y quería mostrarle al mundo lo importante que es esto para nosotros”.

En la actualidad, los filipinos representan más de 4 millones de los más de 23 millones de habitantes asiáticos del país, según el censo de Estados Unidos. Sólo los chinos y los indios son más. La cultura y la historia filipinas han ganado una mayor visibilidad en los últimos años, principalmente debido a sus décadas de activismo.

Este año, se inauguró un arco de entrada de 9 metros (30 pies) de altura en el histórico Filipinotown de Los Ángeles y una calle en Queens, en la ciudad de Nueva York, recibió el nombre de Little Manila Avenue. Un parque recién construido en el Área de la Bahía recibió su nombre de los trabajadores agrícolas filipino-estadounidenses en huelga. Durante años, la comida filipina ha sido aclamada de vez en cuando como la próxima tendencia culinaria. Parece estar teniendo un momento nuevamente en el mundo de la alta cocina. Kasama de Chicago se convirtió en el único restaurante filipino con estrellas de Michelin en el país.

“Easter Sunday” llega en “este momento realmente asombroso en la historia asiática-estadounidense y filipina-estadounidense, donde el capital político, social y económico se ha unido”, dijo Eric Pido, profesor de estudios asiáticos-estadounidenses en la Universidad Estatal de San Francisco, con una formación en estudios filipinos-estadounidenses. Predice que las generaciones más jóvenes elevarán los perfiles de los filipinos en los próximos años.

“Creo que los filipinos estadounidenses ya no rehúyen asumir un papel de representación en la política estadounidense, lo que traerá a colación todo tipo de cosas interesantes sobre la cultura filipina estadounidense en las que mucha gente simplemente no piensa”, dijo Pido.

El mes pasado, Koy y Cheng estuvieron en una proyección de “Easter Sunday” en Daly City. Entre los asistentes estaba el director de “Turning Red” (“Red”) de Pixar, Domee Shi. “Turning Red”, sobre una adolescente chino-canadiense y su familia, fue un éxito después de su lanzamiento en marzo en Disney+. Pero un crítico de cine blanco calificó la cinta animada como agotadora y solo identificable para la familia y los amigos chinos de Shi. La reseña se retiró más tarde por acusaciones de racismo.

La idea de que las historias que se enfocan en etnias y culturas asiáticas son demasiado específicas para ser atractivas es anticuada, dijo Koy.

“La relación entre madre e hijo es la misma, sin importar el origen étnico”, señaló. “Odio a la gente ignorante que no avanza... Hay mucha gente que vive en este país que necesita ser escuchada y es hora de escucharla”.

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