El lado (in)humano del ICE queda al descubierto en esta impactante serie de Netflix
No es la primera que Shaul Schwarz se mete en terrenos arriesgados. De hecho, el cineasta nacido en Israel y radicado en Nueva York se dio a conocer originalmente con “Narco Cultura”, un impresionante y reconocido largometraje documental lleno de reveladores testimonios ofrecidos por personajes enfrentados al fenómeno del narcotráfico entre México y los Estados Unidos.
Ahora, Schwarz ha regresado al ruedo en compañía de la estadounidense Christina Clusiau, su compañera laboral y romántica, para dirigir “Immigration Nation”, una contundente serie de seis episodios que se puede ver ya en Netflix y que, además de contener innumerables entrevistas con inmigrantes indocumentados, mayormente de origen latinoamericano, muestra a los agentes del ICE (U.S. Immigration and Customs Enforcement) en plena acción, incluso en medio de detenciones y redadas.
Este nivel de acceso le da al trabajo un nivel de autenticidad y de autoridad que no se encuentra en todos los documentales, y que se ha convertido ya en una suerte de huella de estilo de Schwarz. “La idea era hacer algo sobre el fenómeno de la inmigración que fuera distinto a todo lo que se había hecho, y que se centrara además en el periodo correspondiente al gobierno de [Donald] Trump”, nos explicó el realizador durante una reciente entrevista.
“Yo tenía un contacto en ICE, de la época en que hice ‘Narco Cultura’, justamente; y durante los días de Obama, les propusimos hacer algo debido a todas las deportaciones que se estaban haciendo, pero no les interesó, mientras que sí aceptaron ahora, después de que les dijimos que iban a estar en el centro de la atención debido a todo lo que había pasado en la campaña [del actual presidente]”, agregó.
El otro lado
En el caso de los inmigrantes, el asunto fue más delicado, al menos durante esa etapa, porque los que aparecen lo hacen no solo cuando se encontraban ya detenidos o estaban siendo arrestados, sino también en momentos de libertad que podrían ponerlos en riesgo ante sus declaraciones abiertas de ser indocumentados.
“Evitamos a aquellos cuyos casos eran muy complejos y que se podían ver afectados por salir en la serie, y nos preocupamos siempre en dejar en claro ante todos ellos lo que estábamos haciendo y lo que significaba”, nos dijo Clusiau. “Hay por ejemplo un veterano de guerra que vive en las sombras en este país, y le dijimos varias veces que se estaba arriesgando al hacer esto, pero él nos respondió siempre que estaba consciente [del peligro] y que quería contar su historia y abogar por los demás que se encontraban en la misma situación”.
Cuando llegaban a las seis de la mañana a las casas donde se producían los arrestos, Schwarz usaba su español -que no es perfecto, como él mismo dice- para decirle a quienes se encontraban allí que tanto él como Clusiau no formaban parte del ICE, sino que eran periodistas independientes y que no tenían que dejarlos entrar si no querían, porque necesitaban que los dos bandos involucrados supieran de esta posición.
“Grabamos más de mil horas de material durante dos años y medio, y pasamos muchos meses en los autos [de los agentes de inmigración] y en sus centros de detención; pero lo que queríamos en realidad es mostrar todo lo que está pasando debido a un sistema que simplemente no funciona”, agregó.
La falta de salas de cine sigue causando pesar entre todos los amantes del séptimo arte, y al menos en lo que respecta a las ciudades más grandes de Estados Unidos, el problema no tiene todavía visos de solución.
En la serie, se pueden apreciar intervenciones habladas de un individuo con acento de la Madre Patria que ayudó a los cineastas en el proceso, pero en muchas otras instancias, Schwarz fue el encargado de los intercambios verbales con los migrantes.
“Fue un desafío, porque entiendo muy bien el español, pero lo hablo un poquito como niño, lo que me complicó las cosas cuando había términos legales involucrados”, reconoció el director, diciendo partes de la frase en nuestra lengua. “Pero tuvimos editores que hablaban bien el idioma y revisamos del mejor modo posible lo que teníamos”.
Un nuevo frente de batalla
“Immigration Series” es un documental, lo que quiere decir que todo lo que se muestra es real y se dio ante las cámaras de los realizadores. Sin embargo, los representantes de ICE quedaron profundamente insatisfechos con los resultados, lo que los llevó incluso a tratar de posponer el estreno hasta después de las próximas elecciones presidenciales.
Desde el principio, los líderes del departamento no aceptaron darle a los realizadores todo el acceso que se les dio en diferentes ciudades sin ponerles ninguna condición por delante. “Durante las conversaciones iniciales, firmamos un acuerdo de multimedia que nos daba la posibilidad de meternos plenamente en su mundo, pero que les permitía a ellos revisar el material que obteníamos para evitar de ese modo que se mostraran detalles tácticos de sus operativos y cosas que incurrieran en una violación a la privacidad”, expresó Clusiau.
“Eso hizo que tuviéramos dos años de trabajo muy productivos con el ICE, en los que nos trataron muy bien y nos permitieron trabajar con sus distintas unidades”, prosiguió. “Pero cuando les mostramos el material editado, la relación tomó un giro completo, y después de dejar muy en claro que estaban furiosos con el modo en que las cosas se estaban presentando, exigieron cambios fundamentales en nuestras decisiones editoriales”.
Se iniciaron entonces dimes y diretes legales que produjeron algunas alteraciones cuya implementación no figuraba en el contrato, como borrar los apellidos de los agentes que aparecían en la pantalla. “Eso tenía sentido, pero había muchas otras exigencias que no lo tenían, lo que dio inicio a una larga disputa en la que estuvimos amparados por la Primera Enmienda para poder mostrar finalmente lo que queríamos mostrarle al espectador”, retomó Schwarz.
Schwarz se convirtió en ciudadano estadounidense antes de emprender este proyecto, pero no podíamos dejar de preguntarle si ha recibido algún tipo de cuestionamiento directo debido a su origen después del estreno de una serie que promete causar polémica (adelanto: hay muchos comentarios hostiles al respecto bajo el trailer en YouTube).
“No he recibido nada así hasta el momento, y aunque he leído por ahí textos en los que se dice de manera negativa que haber nacido en Israel influye de cierto modo en mi trabajo, Christina y yo somos periodistas y cineastas, y nuestras reglas principales son tratar de entender al otro”, indicó. “Ha habido mucha controversia, pero no estamos tratando de decir que esta gente es horrible, sino demostrar que la situación es muy complicada, y que la manera en que se está manejando perjudica a muchos”.
“ICE puede ser muy vengativo, claro, pero hay que entender también que para sus agentes es muy difícil trabajar bajo la actual administración”, añadió, luego de que le preguntamos por un episodio en el que las mismas autoridades de Migración deciden reaccionar a la negativa de un sheriff para que sus prisiones sean visitadas por estos agentes con un refuerzo indiscriminado de sus redadas. “Yo fui un soldado en Israel, pese a que no estaba necesariamente de acuerdo con la ocupación [de Palestina]; y en este caso, me parece que no hay ganadores. Ese es un punto que sí se nota en la serie”.
Momento de reflexión
En todo caso, “Immigration Nation” muestra a muchos agentes que aseguran estar siguiendo simplemente órdenes (lo que los acerca al temible término de la ‘obediencia debida’) y que parecen no tener empatía alguna por las personas cuyas vidas afectan profundamente con sus decisiones. ¿Creen nuestros entrevistados que algunos de ellos reconsiderarán sus actos tras ver el documental?
“Nuestra relación con el liderazgo del ICE no terminó muy bien, pero el hecho de que los agentes con lo que estuvimos durante las grabaciones nos dijeran que lo que estábamos presentando era correcto -y era lo que les pasaba todos los días- fue un voto de confianza para nosotros”, explicó Schwarz. “De todos modos, si pongo constantemente un espejo frente a ti, habrá definitivamente cosas que te harán sentir incómodo”.
“Hubo un agente que no mencionaré y que me dijo que se sentía mal por estas personas [arrestadas], pero que no podía mostrar empatía porque no le convenía”, agregó. “Cuando le pregunté por qué, sorprendido, me dijo que la policía está ahora bajo la mira de todos, y que si no apoyas a tu compañero, no estás del lado de ‘la hermandad’”.
Finalmente, aunque no se considera un activista, Schwarz anhela que esta obra genere algún tipo de respuesta positiva. “Esta es y ha sido siempre una nación de inmigrantes, y hay mucha gente que todavía tiene un sueño, aunque se haya dado cuenta de que no es como lo imaginaron, a la manera antigua de Hollywood”, comentó.
“Este documental es duro y puede ser difícil de ver, sí, pero nos interesa que la gente lo vea y diga ‘¡ya basta!, ¡no más! [en español]’, porque lo que está pasando no responde al espíritu real de este país”, concluyó. “Ojalá que la izquierda y la derecha dejaran por un momento de lado sus diferencias y respondieran al llamado que les hace la Humanidad”.
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