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Trump no se compromete a aceptar el resultado, en caso de perder las elecciones

President Trump walks on the South Lawn of the White House in Washington after stepping off Marine One on July 15.
El presidente Trump camina sobre el Jardín Sur de la Casa Blanca, después de bajar del Marine One, la semana pasada.
(Patrick Semansky / Associated Press)

Dejando de lado las encuestas que muestran su apoyo en medio del empeoramiento del brote de coronavirus, Trump no promete aceptar el resultado de las elecciones de 2020.

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El presidente Trump se negó nuevamente a prometer que aceptará los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre y descartó las encuestas de opinión pública que muestran una caída en picado entre los votantes, debido a su manejo del brote de coronavirus.

En una entrevista transmitida el domingo en Fox News, el primer mandatario también se jactó, erróneamente, de que Estados Unidos tiene la “mejor” tasa de mortalidad por coronavirus, afirmó que la economía se recupera rápidamente y denigró al principal especialista en enfermedades infecciosas del gobierno, el Dr. Anthony Fauci, tal como lo han hecho otros de sus colaboradores en los últimos días.

Al igual que en 2016, Trump se negó a garantizar que aceptará el resultado de las elecciones, diciendo que era demasiado pronto para hablar de ello. “Tengo que ver”, le dijo al entrevistador Chris Wallace. “No voy a decir simplemente ‘sí’”. “No voy a decir ‘no’ y tampoco lo hice la última vez”.

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Repitiendo una afirmación que efectuó a menudo en las últimas semanas, el primer mandatario remarcó que la votación por correo “manipulará las elecciones”. Para los críticos, Trump intenta deslegitimar el voto por adelantado temiendo su derrota, especialmente si la pandemia significa que la votación por correo se usará de forma más amplia que lo habitual.

El presunto oponente de Trump, Joe Biden, a menudo se encoge de hombros ante los exabruptos del presidente, pero sus asistentes ofrecieron una respuesta mordaz a la sugerencia de que el presidente podría no abandonar el cargo voluntariamente si los votantes lo rechazan. “El pueblo estadounidense decidirá estas elecciones”, remarcó la campaña de Biden en un comunicado. “Y el gobierno de Estados Unidos es perfectamente capaz de escoltar a los intrusos fuera de la Casa Blanca”.

Trump descartó las numerosas encuestas nacionales que muestran una gran ventaja para Biden.

El presidente Trump tiene un historial de poner sus intereses personales y políticos por delante de los intereses de la nación

Un sondeo de Washington Post-ABC News dado a conocer el domingo indica que el exvicepresidente tiene una ventaja de dos dígitos sobre Trump, lo cual lleva los porcentajes del 55% a 40% entre los votantes registrados. Wallace le dijo a Trump durante la entrevista previa que una nueva consulta de Fox News también le da la ventaja a Biden; aunque esta es más apretada sigue siendo significativa, del 49% a 41%.

Los sondeos de los principales estados de campo de batalla han mostrado una imagen similar, con Biden como líder en estados como Pensilvania, Wisconsin, Michigan, Florida y Arizona. “No estoy perdiendo, porque esas son encuestas falsas”, declaró Trump, refiriéndose a las realizadas por el Washington Post y Fox. En otro momento, dijo: “No soy un buen perdedor. No me gusta perder”.

En medio del brote creciente de coronavirus -que ya se cobró más de 140.000 vidas estadounidenses y la semana pasada la tasa de casos nuevos escaló a 75.000 en un solo día- Trump elogió su propio desempeño, alegando que Estados Unidos tiene la “mejor tasa de mortalidad”.

El total de decesos confirmados por COVID-19 en EE.UU es el más alto registrado en cualquier país del mundo, y Estados Unidos tiene la séptima tasa más alta de muertes para el tamaño de su población, le respondió Wallace, citando cifras ampliamente utilizadas de la Universidad Johns Hopkins.

Cuando se le preguntó acerca de su reiterada minimización de la pandemia, incluida su predicción de que el coronavirus algún día “simplemente desaparecerá”, Trump se negó a cambiar su pronóstico. “Tendré razón eventualmente”, manifestó. “Yo dije que va a desaparecer, y lo digo de nuevo: Va a desaparecer. Y voy a tener razón”.

Cuestionado sobre si no cree que la realidad le está demostrando lo contrario y en tiempo real, con el aumento de casos en 35 estados, Trump respondió: “No, no lo creo”.

Los legisladores republicanos, los sustitutos de Trump pisan con cuidado los incendiarios comentarios del presidente durante el fin de semana del 4 de julio, denunciados por los demócratas.

Los expertos en salud pública, por el contrario, ofrecieron nuevas evaluaciones sombrías el domingo. El ex comisionado de la Administración de Drogas y Alimentos, Scott Gottlieb, entrevistado en “Face the Nation”, de CBS, dijo que estados tan afectados como California, Texas, Arizona y Florida podrían estar a dos o tres semanas de distancia de sus picos y luego enfrentar una “prolongada meseta”.

Gottlieb también predijo que podrían surgir nuevos focos, y habló de signos preocupantes en Georgia, Tennessee, Mississippi y Kentucky, entre otros estados. El experto pronosticó “más problemas para el otoño y el invierno”, mientras que muchos especialistas advirtieron que una segunda oleada feroz del coronavirus podría coincidir con las infecciones de gripe estacional.

En medio de la protesta de la comunidad médica y científica por los comentarios despectivos sobre Fauci hechos por miembros de su administración, el presidente describió al especialista en condiciones infecciosas como “un poco alarmista”.

Los asistentes de Trump, incluido su asesor comercial, Peter Navarro, han hablado mordazmente sobre Fauci durante la última semana. Navarro escribió un artículo de opinión hace una semana, en el que dijo que el principal científico se había equivocado en “todo”.

La Casa Blanca también hizo circular una lista de temas de conversación que criticaban al jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, de 79 años de edad. En ese momento, los funcionarios de la Casa Blanca negaron un reporte de Los Angeles Times, de que Navarro había actuado con la aprobación de Trump.

Los republicanos de California luchan contra la orden del gobernador Gavin Newsom de enviar a todos los votantes registrados boletas de correo para las elecciones del 3 de noviembre.

En la entrevista de Fox, el primer mandatario también presionó nuevamente para que se reanuden las clases en persona en cuestión de semanas, y nuevamente insinuó que los casos positivos entre los chicos no son un problema, a pesar de que un sujeto infectado asintomático puede transmitir el virus a otros individuos vulnerables. “Muchos de esos casos son jóvenes que sanarían en un día”, dijo el presidente.

Trump ha minimizado constantemente el aumento de casos en todo el país, atribuyéndolo al incremento de las pruebas, algo que incluso muchos de sus aliados republicanos han desestimado como falso. También ha ignorado el rápido ascenso de decesos en Arizona, Texas y otros estados muy afectados.

Por todo ello ha pagado un alto precio político: tanto en las encuestas del Washington Post como de Fox, los votantes desaprobaron cada vez más el manejo del coronavirus por su parte. En la consulta del Post, los votantes desaprobaron entre un 60% y un 38%, y la porción que aprobó el enfoque del presidente bajó drásticamente desde la primavera.

Los gobernadores republicanos y demócratas afirmaron el domingo que la cantidad de casos, de rápido crecimiento, señala tiempos difíciles en el horizonte a corto plazo.

“Podríamos convertirnos en Florida”, indicó el gobernador republicano de Ohio, Mike DeWine, en el programa “Meet the Press”, de NBC, refiriéndose al estallido de contagios en el Estado Soleado.

A pesar de que algunos gobernadores republicanos se alejaron de Trump sobre el tema de las protecciones faciales -por ejemplo, en Arkansas, el gobernador Asa Hutchinson se retractó y emitió un decreto de uso de mascarilla que entró en vigencia el lunes- Trump, quien usó una cubierta facial en público por primera vez recién hace ocho días, nuevamente comunicó mensajes ambivalentes en la entrevista de Fox.

El mandatario descartó la emisión de un decreto a nivel nacional y dijo: “Quiero que las personas tengan cierta libertad”. Pero casi al mismo tiempo, afirmó: “Creo en las mascarillas; pienso que son buenas”.

El presidente, cuyas declaraciones públicas erráticas sobre la pandemia y otros temas hicieron que algunos críticos cuestionen su aptitud mental, recientemente se jactó de “triunfar” en una prueba de función cognitiva. En la entrevista de Fox, se irritó cuando Wallace citó ejemplos de preguntas de esa prueba que un niño pequeño podría responder fácilmente. “Tienen una foto y te dicen: ‘¿Qué es eso?’ y es un elefante”, dijo Wallace.

“Eso es todo tergiversación”, respondió Trump.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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