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Alicia Villamariona, nueva cónsul de El Salvador en L.A., llega con política de ‘puertas abiertas’

Alicia Villamariona, cónsul general de El Salvador en Los Ángeles, asumió el cargo el 1 de octubre.
(Soudi Jiménez/Los Angeles Times en Español)
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La espera terminó para la comunidad salvadoreña. Transcurrieron 61 días, desde que la anterior cónsul general dejara su posición. El martes pasado, Alicia Villamariona, asumió ese cargo en la oficina consular cuzcatleca más grande del mundo, con el desafío de continuar y mejorar lo hecho en la gestión anterior.

“Es un gran reto que he tomado con todo el entusiasmo del mundo”, dijo Villamariona, en la primera entrevista que brindaba a un medio de comunicación, un día después de tomar posesión. “La política del nuevo gobierno es de puertas abiertas”, subrayó la funcionaria como una carta de intenciones.

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Villamariona, de 51 años, nació en San Salvador. Como parte de su educación, cuenta con el título de Técnico en Comunicaciones de la Universidad Francisco Gavidia.

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La cónsul general de El Salvador, Alicia Villamariona, se desempeñó como vicecónsul en Virginia, entre 2008 y 2011.
(Soudi Jiménez/Los Angeles Times en Español)

En 1992, entró a trabajar al Ministerio de Relaciones Exteriores, dependencia que tutela la diplomacia. En 1998 fue enviada al consulado en Washington D.C., en donde fue destacada como asistente administrativa. Al inaugurarse el consulado en Virginia, en 2006, fue ascendida a vicecónsul.

Al salir del servicio exterior, en 2011, radicó en la Costa Este, pero desde 2015 se estableció en el condado de San Bernardino.

“Como prioridad planea la agilidad en los servicios, tenemos una instrucción clara de la Cancillería que a los connacionales se les debe dar un trato VIP”, manifestó la diplomática.

“Que los pasaportes se les otorguen rápido, que las citas sean pronto”, apuntó.

Hábitat para la Humanidad ha ayudado a construir o reparar viviendas de 40 mil familias, es decir que alrededor de 200 mil personas han sido favorecidas con su asistencia.

En el sur de California se estima que hay alrededor de 200 organizaciones de oriundos, las que representan a una pujante comunidad que, según el Censo de 2010, aglutina a más de 350 mil habitantes de ascendencia salvadoreña.

En cuanto a las relaciones comunitarias, Villamariona explicó que tiene la voluntad de colaborar y apoyar a las asociaciones que se acerquen a la oficina consular.

“Estoy abierta a trabajar con todos”, dijo enfatizando su disposición a tender puentes a quienes requieran ayuda para llevar iniciativas al suelo salvadoreño. “Hay que sacar provecho a esos proyectos [comunitarios] para que todos salgamos ganando, sin bandera política”.

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Las primeras reacciones de la comunidad

Los líderes locales han sido muy beligerantes en el sur de California; sin embargo, los activistas salvadoreños se quedaron con un buen sabor de boca con la administración de la cónsul María Mercedes López (2014-2019), debido al acompañamiento y la descentralización de servicios.

Reina Serrano, presidenta de la fundación Fourteen Angels, espera que Villamariona dé seguimiento a iniciativas como la ventanilla consular y los consulados móviles fuera de la urbe angelina.

“Quiero que escuche nuestras necesidades y que nos apoye, así como lo hacía la cónsul anterior, que nos ayudaba a resolver los problemas”, dijo Serrano.

“Hasta este momento no sé nada sobre qué va a pasar con la ventanilla consular, esto no puede parar, la gente me está preguntando”, señaló sobre la asistencia que lleva el consulado al vecindario de Sun Valley una vez al mes, cuyo servicio se implementa igual en Oxnard, Palmdale y Bakersfield.

Anteriormente, en el sur de California, las asociaciones se atrincheraban en dos sectores. Las afines a la derecha y las identificadas con la izquierda. No obstante, previo a las elecciones anteriores, en donde resultó ganador el presidente Nayib Bukele, emergió un tercer bloque que comulga con el mandatario.

Ante ese escenario, a juicio de Óscar Gil, presidente del Desfile de la Independencia Salvadoreña (Defisal), se espera “que esta nueva cónsul trabaje con la comunidad y las organizaciones, y que trate de unirnos”, porque “El Salvador es el que queremos que se vea bien ante los ojos del mundo”.

Esas tendencias ideológicas, por ejemplo, fueron ignoradas en la gestión de la cónsul López. Sin embargo, en las administraciones previas, tanto en gobiernos de derecha como en el primer mandato de la izquierda, se observaron sesgos bien marcados que al final dividieron más a la comunidad.

En ese sentido, Raúl Mariona, presidente de la Unidad de Comunidades de El Salvador (Unicomdes), manifiesta que ese tipo de gestión “selectiva” no contribuye a mejorar el trabajo comunitario.

“Tiene que tratar a todos como salvadoreños y garantizar las mismas oportunidades por igual”, dijo el activista. “Trabajar con todo mundo sin importar los partidos y ejercer con un pueblo en conjunto”.

Entre los principales desafíos, no sólo para el consulado sino para el gobierno de Bukele, está el futuro del programa Estatus de Protección Temporal (TPS) que favorece a 195.000 salvadoreños.

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Salvador Sanabria, director de la organización El Rescate, plantea que el mandatario cuzcatleco debería valorizar esa amistad con el presidente Donald Trump.

“Uno esperaría que esa gran amistad se traduzca con la extensión del TPS y mejor que de ahí se pase a un ajuste de la residencia permanente”, dijo el activista. “Nadie puede venir a vender fantasía aquí, [Bukele] ya se gastó varios meses del primer año, ya sólo le quedan cuatro años y meses”.

A la cónsul Villamariona, Sanabria le aconsejó que se tome un tiempo necesario para conocer bien la capital de la diáspora e “ir al encuentro de las comunidades organizadas”.

En la oficina

La funcionaria al ser abordada, en su segundo día de trabajo, se mostró serena y cautelosa. En principio, asegura que se apoyará en su equipo de cónsules para las tareas que se le avecinan, así como en el personal de 23 empleados con los que se ha encontrado al asumir sus funciones.

“Empapelada con toda la lluvia de ideas que [me] están dando los compañeros”, aseveró sobre como se encontraba.

Pero el estilo del trabajo, agrega, lo dictará el presidente Bukele, a quien nos señala para que giremos la cabeza hacia la pared, donde yacen las fotografía del mandatario y la Primera Dama, Gabriela de Bukele, colocadas frente al escritorio de la cónsul general.

“Tengo que ir conociendo a uno por uno”, dijo sobre los líderes comunitarios. “La prioridad es apoyarnos mutuamente, ellos presentarme sus proyectos y yo ver cómo los conecto con las instituciones y ministerios en El Salvador para que ese proyecto se realice”.

En un mensaje final, dirigido a sus compatriotas y usuarios del consulado en general indicó: “Muy contenta de asumir este reto, espero que mis funciones sean acorde a lo que ustedes esperan del nuevo gobierno”.

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